No luches contra la Fed y tampoco contra la OPEP Los precios del crudo Brent han pasado de un máximo de 139 $/bbl en el primer semestre de 2012 a un mínimo de 70 $/bbl en el primer semestre de 2013, lo que ha llevado al "banco central" del petróleo, la OPEP+, a retirar por […]
Los precios del crudo Brent han pasado de un máximo de 139 $/bbl en el primer semestre de 2012 a un mínimo de 70 $/bbl en el primer semestre de 2013, lo que ha llevado al "banco central" del petróleo, la OPEP+, a retirar por sorpresa 1,66 millones de barriles diarios del mercado. Con este novedoso planteamiento, la OPEP+ espera (1) compensar los riesgos para la demanda de petróleo derivados de la crisis bancaria (véase Petróleo, bancos y dinero) y (2) desalentar la macroespeculación contra los mercados petroleros. Dicho de otro modo, el grupo está decidido a preservar el valor del crudo incluso en una recesión, sobre todo en un contexto de elevada inflación. Y no quiere esperar a que los precios del petróleo caigan por debajo de 50 $/bbl para tomar una decisión de recorte de la oferta, como ha podido hacer en el pasado. Los operadores de bonos han aprendido dolorosamente a no luchar contra la Fed. Ahora, la OPEP+ intenta enseñar a los operadores de petróleo a no oponerse a sus decisiones.
¿Funcionará? Creemos que sí. Para empezar, los indicadores macroeconómicos no sugieren una ralentización inminente y la demanda de servicios (combustible para aviones y gasolina), sensible a los precios, debería verse respaldada por la reapertura de China y la fortaleza de los mercados laborales occidentales, mientras que la demanda vinculada a la industria (nafta, gasóleo, fuelóleo), que ya es débil, parece menos propensa a verse afectada por la subida de los precios del petróleo. Así pues, la OPEP+ ya tiene un fuerte viento de cola con el que trabajar. Y lo que es más importante, en un mundo de escasos suministros físicos y amplia demanda de los consumidores, la elasticidad de los precios de la producción de esquisto estadounidense ha descendido bruscamente, lo que sitúa de nuevo a la OPEP+ en el centro de la formación de los precios del petróleo. Aunque EE.UU. no vuelva a llenar la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR), la OPEP+ actuará ahora para reducir las reservas comerciales de petróleo. Mientras tanto, la geopolítica está alineando los incentivos para que los miembros de la OPEP+ trabajen juntos. Pero ahora puede resultar más difícil imponer un límite de la UE y EE.UU. al petróleo ruso, como ya están demostrando las políticas energéticas de Japón.
En nuestra opinión, los recortes de la OPEP+ tienen tres implicaciones clave para los precios. En primer lugar, los precios del Brent probablemente se sitúen en una media de 10-15 $/bbl por encima de los 81 $/bbl anteriores durante los próximos 12 meses. En segundo lugar, es probable que la estructura temporal del petróleo se mantenga en una tendencia a la baja. En tercer lugar, es probable que los diferenciales del crudo se estrechen, lo que afectará a los márgenes mundiales de refino y devolverá valor a los productores. Anteriormente, esperábamos un pequeño superávit de 200.000 b/d en el mercado del petróleo en 2023, pero ahora vemos un déficit de 400.000 b/d tras los recortes y la crisis bancaria. Ahora que los inventarios están a punto de caer, la volatilidad del Brent debería disminuir, ayudando a anclar las expectativas de los precios del petróleo. Sin embargo, los recortes físicos de crudo de la OPEP+ chocarán con las subidas monetarias de los bancos centrales destinadas a frenar la demanda, lo que plantea riesgos macroeconómicos. En términos netos, nos mantenemos constructivos y seguimos viendo un Brent medio de 88 $/bbl en 2023.