Desde el pasado 9 de marzo con la caída de Silvergate Bank, el sector bancario al completo ha comenzado a tambalearse. Solo unos días después de esta caída, asociada a las criptomonedas al ser un banco con un alta exposición a este sector, llegó la quiebra de SVB como consecuencia de la falta de liquidez […]
Desde el pasado 9 de marzo con la caída de Silvergate Bank, el sector bancario al completo ha comenzado a tambalearse. Solo unos días después de esta caída, asociada a las criptomonedas al ser un banco con un alta exposición a este sector, llegó la quiebra de SVB como consecuencia de la falta de liquidez para hacer frente al pago de depósitos de sus clientes, la mayoría empresas de Silicon Valley. Por si fuera poco, después llegó Signature Bank.
El problema, que parecía residir tan solo en los Estados Unidos, acaba de saltar a Europa con la crisis de Credit Suisse, que acaba de solicitar un préstamo de 50.000 euros para evitar la quiebra.
El banco suizo Credit Suisse se ve especialmente afectado por la crisis bancaria que atraviesa el mundo en las últimas jornadas, tras la quiebra de SVB. El segundo mayor banco de Suiza ya experimentaba una profunda crisis debido a los escándalos de Archegos o Greensill, entre otros factores, desde hace varios años. La firma ha perdido un 30% en bolsa durante las últimas jornadas y los expertos empiezan a señalar un posible default para la compañía.
En el caso de Credit Suisse, cabe recordar que el año pasado perdió hasta 1.760 mm€. Este año, a las pérdidas de 7.381 millones de euros (en prácticamente todos sus negocios) hay que sumar controversias en su contabilidad financiera con la autoridad financiera de EE. UU. Además, "su principal accionista, el Banco Nacional Saudí, declara que no invertirá más (no es sólo por evitar sobrepasar el 10% sino por "diferentes motivos"). Credit Suisse está considerado en Suiza un banco sistémico y sería rescatado, pero se baraja su escisión y venta de diferentes áreas como es la banca de inversión", agrega Juan Abellán, director del Máster de Mercados Financieros y Gestión de Activos del IEB.
Si bien es cierto que el sector bancario, al completo, está invadido por el miedo en estos momentos, parece que, a diferencia de 2008, no es una situación endémica. A finales del año pasado, los bancos españoles gozaban de una ratio de capital de máxima calidad del 12,3%.
"En la banca española la cartera de deuda pública, en su mayoría, está clasificada como bonos a coste de amortización, es decir, sin venta anticipada y por tanto sin influir contablemente hasta vencimiento y, por supuesto, no es su único activo en cartera, caso de SVB. Es una verdadera tormenta, sí, pero los bancos españoles y europeos están bien anclados, esperemos y no lo creo, que no se suelte el anclaje", comenta Abellán.