La política monetaria está marcando claramente el devenir del mercado. Desde que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo comenzaran a subir los tipos en 2022 se han producido alzas en, prácticamente, todas las reuniones. De hecho, en Estados Unidos los tipos de interés están ya en el 5,25%, su nivel más alto desde […]
Tipos de interésLa política monetaria está marcando claramente el devenir del mercado. Desde que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo comenzaran a subir los tipos en 2022 se han producido alzas en, prácticamente, todas las reuniones. De hecho, en Estados Unidos los tipos de interés están ya en el 5,25%, su nivel más alto desde el año 2006. En Europa, por su parte, el tipo general marca un 4,25%. Por eso, los inversores se preguntan qué se puede esperar a partir de ahora para las próximas reuniones.
El consenso de mercado coincide en señalar que la Fed podría haber puesto ya el punto y final a las subidas de tipos. De hecho, tras la subida de 25 p.b. en julio, se espera que en septiembre el banco central americano se mantenga inmóvil en lo que a subidas se refiere. De ser así, las alzas podrían haber terminado si la inflación sigue desacelerándose paulatinamente, como parece que está haciendo.
“No esperamos que la Reserva Federal suba los tipos en su próxima reunión de septiembre, ni tampoco después. Sin embargo, somos conscientes de la insistencia de la Reserva Federal en mantener una política lo suficientemente restrictiva como para garantizar que la inflación vuelva a su objetivo y, dado que el impulso del PIB ha sido más firme recientemente, ahora vemos menos posibilidades de recortes de tipos el próximo año de las que teníamos anteriormente”, comenta David Page, Head of Macro Research en AXA IM.
Una postura, la del fin de las subidas de tipos, que también comparte Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments. El experto asegura que “sólo unas lecturas muy sólidas de empleo e inflación en agosto obligarán a la Fed a subir los tipos en septiembre, y para octubre/noviembre pensamos que los crecientes signos de debilitamiento de la economía impedirán cualquier subida de tipos. Aun así, retrasamos hasta finales del segundo trimestre de 2024 la fecha prevista para la primera bajada de tipos”.
Es decir que, ante el escenario esperado, los tipos en Estados Unidos se mantendrían en el 5,25% hasta, aproximadamente, el segundo trimestre de 2024 o la segunda mitad del próximo año. Lo que sí que se espera es una reducción paulatina del balance, tal y como anunció la Fed en reuniones pasadas.
Según el consenso de mercado, el Banco Central Europeo podría volver a elevar los tipos de interés en su reunión del mes de septiembre situándolos en el 4,5%. El motivo principal sigue siendo la inflación, que el mes de julio volvió a situarse por encima del 5% interanual. Así, y a falta de conocer los datos oficiales de agosto, el movimiento podría ser alcista para los tipos europeos.
“Mantenemos nuestra opinión de una última subida de 25 puntos básicos hasta el nivel máximo del 4,0% en el tipo de depósito, pero reconocemos que ahora se trata de una opción muy ajustada. En cualquier caso, creemos que el nivel máximo de tipos se alcanzará en el tercer trimestre y se mantendrá ahí durante aproximadamente un año”, explica Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments.
Eso sí, en este caso, las dudas son mayores y el movimiento del BCE para el mes de septiembre es impreciso por el momento. Lo que parece claro es que, a diferencia del escenario planteado para la Fed, se espera que el organismo presidido por Christine Lagarde aplique alguna subida adicional antes de finales de año.
En resumidas cuentas, el escenario actual que plantea el consenso de mercado, teniendo en cuenta los datos macro de inflación y crecimiento previstos, es que la Fed paralice las subidas y no aplique ninguna bajada hasta bien entrado el 2024. Mientras que, se espera algún movimiento alcista por parte del BCE y ninguna bajada prevista para el próximo año. Pero eso sí, este escenario puede variar notablemente en función de los datos sobre el IPC y el PIB que se vayan conociendo en las próximas semanas y meses.