A lo largo del 2022 muchos fueron los analistas que vaticinaban que en 2023 llegaría una recesión, primero en Estados Unidos y después en Europa. Sin embargo, los datos económicos se han mantenido fuertes y, a día de hoy, no se puede catalogar el actual momento de recesión. De hecho, el PIB de EEUU en […]
A lo largo del 2022 muchos fueron los analistas que vaticinaban que en 2023 llegaría una recesión, primero en Estados Unidos y después en Europa. Sin embargo, los datos económicos se han mantenido fuertes y, a día de hoy, no se puede catalogar el actual momento de recesión. De hecho, el PIB de EEUU en el primer trimestre de 2023 creció un 0,3%, mientras que en el cuarto trimestre de 2022 lo hizo un 0,6%. En Europa, el PIB del primer trimestre creció un 0,1%, aunque en el cuarto trimestre del 2022 decreció un 0,1%.
Por su parte, y más allá del PIB, otro de los indicadores que están sorprendiendo por su fortaleza es el del empleo. La tasa de desempleo en Estados Unidos es del 3,4%, frente al 3,5% de 2022 o al 3,9% del 2021. Mientras que en la Zona Euro la tasa de desempleo es del 6,5%, frente al 6,8% del 2022 y al 8,3% del 2021.
“Una recesión es un periodo de desaceleración económica, que técnicamente se produce cuando se acumulan dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo. No consideramos que estemos viviendo una recesión encubierta, lo que se está produciendo es un progresivo debilitamiento de la economía que muy probablemente acabará en una recesión”, explica Joaquín Robles, analista de XTB.
Si bien el momento actual no se puede definir como “recesión” por los datos económicos, los indicadores parecen apuntar a que esta contracción económica llegará en los próximos meses.
“Nos encaminamos a una recesión sin ninguna duda, primero en EEUU, tanto los políticos como los banqueros centrales siempre han hablado de estancamiento en situaciones similares, pero lo que nos dice la historia es que siempre que las curvas de tipos han estado invertidas hemos acabado en recesión”, agrega Sergio Ávila, analista de mercados de IG.
Y es que, los efectos de la política monetaria más restrictiva para combatir la inflación podrían llegar a la economía real en los próximos trimestres. De hecho, así lo puso de manifiesto la Reserva Federal al pronosticar una recesión en 2023 y una inflación persistente en los próximos años. “Los bancos centrales han disociado claramente sus respuestas del tumulto bancario y han continuado subiendo los tipos. Anticipamos una nueva fase, más compleja, de contención de la inflación: aunque se articularán menos medidas para combatirla, no habrá todavía bajadas de tipos”, asegura BlackRock, la principal gestora del mundo.
Eso sí, si el escenario principal apunta a la llegada de una recesión, lo que se desconoce es el calibre de la misma. De hecho, el propio Robles afirma que “lo que no está claro todavía es la profundidad y la duración, ya que dependerá entre otros factores de la evolución de la inflación y los tipos de interés”. Tal y como explica el experto, el consenso del mercado estima que la recesión será leve, lo que podría dar lugar a un periodo de estanflación, con una tasa de inflación por encima de los objetivos de los bancos centrales y un crecimiento moderado.
El comportamiento de la economía tanto en crecimiento como en empleo ha sorprendido en los últimos meses por su fortaleza. Sin embargo, esto parece encontrar una explicación en las políticas monetarias desarrolladas durante los años de pandemia.
“La economía ha sido impulsada por grandes cantidades de esteroides tras la pandemia, la liquidez se multiplicó y eso ha servido para que el mercado laboral siga aguantando, pero no suele durar de por vida, las condiciones financieras ya se están endureciendo y eso termina en un menor consumo, caída en el crecimiento económico y en el empleo”, añade Ávila.
Una afirmación con la que también está de acuerdo Robles, quien asegura que los datos de confianza empresarial y manufacturas han sufrido un progresivo empeoramiento. “Tradicionalmente en todos los períodos recesivos, el empleo es de las últimas variables en empeorar, por lo que se espera que durante los próximos meses pueda una caída significativa”, concluye.