Este lunes se hace efectiva la incorporación de Almirall en el Ibex 35 en sustitución de Mediaset. La farmacéutica de la familia Gallardo llega al escaparate del selectivo español con un retroceso anual en bolsa del 21,5% pero con un claro consenso de compra entre los analistas, que sitúan su precio objetivo en niveles 18 […]
BolsasEste lunes se hace efectiva la incorporación de Almirall en el Ibex 35 en sustitución de Mediaset. La farmacéutica de la familia Gallardo llega al escaparate del selectivo español con un retroceso anual en bolsa del 21,5% pero con un claro consenso de compra entre los analistas, que sitúan su precio objetivo en niveles 18 euros, frente a los entornos de 12 en los que cotiza.
Especialista en dermatología
Pese a estar en un sector considerado defensivo como el farmacéutico y a pertenecer a uno de los sectores clave en esta crisis del coronavirus, Almirall se ve presionada en bolsa este ejercicio. Algo que tiene que ver con el hecho de que no es una farmacéutica al uso, ya que en los últimos años se ha especializado principalmente en dermatología. Una estrategia que no le parece nada mala a Ignacio Cantos, director de inversiones de atl Capital. “Tienen algunos genéricos, tienen productos antihistamínicos, pero la estrategia de centrarse en productos relacionados con la dematología es buena, es un segmento en crecimiento por el incremento de los problemas de piel”, señala. Una especialización, en todo caso, por la que ha sufrido en el primer trimestre, ya que sus ventas en EE.UU se han reducido a la mitad, dado que allí su negocio está especialmente centrado en los remedios para problemas cutáneos (principalmente acné y psoriasis).
En cambio, en Europa ha sufrido menos gracias a los productos de venta sin receta médica con los que cuenta. De hecho, en su presentación de resultados del primer trimestre, la propia compañía citaba el aprovisionamiento de mayoristas llevado a cabo en marzo en el viejo continente como uno de los factores detrás del repunte del 62,5% de su beneficio neto entre enero y marzo, hasta los 48,6 millones de euros.
Mantiene guías
Almirall pertenece a ese grupo escaso de compañías que ha logrado mantener sus guías para el global de 2020. Algo que ha conseguido según Marc Ribes, cofundador de Blackbird Bank, gracias a su “buena evolución pre pandemia y al acopio de medicamentos por parte de los distribuidores” y que, a su juicio, le “servirá para amortiguar la caída de ventas del segundo trimestre, en el que se espera que la contención de costes y el incremento en la actividad del paracetamol ayuden a mantener las expectativas anuales sin muchos traumas”.
Este experto destaca que “el modelo de negocio de la compañía es muy rentable”, especialmente por los medicamentos que tienen que ver con la piel y subraya que su deuda se mantiene “en un nivel adecuado en 1,5 veces el EBITDA y sin vencimientos a corto plazo”. Así, “en un entorno en el que la inversión en salud catapultará el sectorial sin lugar a dudas, Almirall debería ir a remolque al ser una compañía que se considera esencial, aunque no esté relacionada directamente con la estacionalidad del COVID19”.
Una posición financiera sólida que hace que el mercado no descarte la posibilidad de alguna operación (M&A) de cara a reforzarse en dermatología.
En todo caso, Darío García, analista de XTB, llama la atención sobre el hecho de que “aunque durante este periodo el Gobierno ha mantenido muchos de los contratos con farmacéuticas para la provisión de material, la propia Almirall teme, y temía antes del coronavirus, que en el medio plazo, el menor gasto en material sanitario pueda reducir la facturación con respecto a la Administración por los contratos adquiridos con ésta”.
¿En bolsa?
Para Ignacio Cantos, en los niveles actuales “estaríamos cómodos con el valor”, cree que está “neutral tirando a comprable en esta zona de 12 euros” y vendible en torno a los 16/17 euros”. El precio objetivo estaría por encima, en los 18 euros, para los expertos de Credit Suisse, quienes apuntan a que el mercado excluye de valoración en las cotas actuales el potencial de medicamentos como Ilumetri, Skilarence o Seysara. Y desde Blackbird Bank también sitúan su precio objetivo en esa cota. “Cotiza a múltiplos muy atractivos, en torno a un PER futuro de 12 veces, sustancialmente por debajo de la media del sector”, destaca Ribes.
Mientras, desde el punto de vista técnico, García recuerda que el valor “se negocia por debajo de su media móvil de 200 sesiones desde el 12 de noviembre de 2019”. Un hecho que relaciona con “la entrada en el mercado de genéricos de muchos de los productos que desarrolla la cotizada, entre otros Aczone, un fármaco de uso tópico para combatir el acné, así como otros royalties procedentes de AstraZeneca, de los que obtenía una fuerte facturación por los productos con licencia”.