El verano es una época en la que vemos con bastante frecuencia cómo los españoles gastamos más de la cuenta y no cumplimos con nuestros objetivos de ahorro. Los viajes, las comidas y las compras de las que disfrutamos durante estos meses hacen que, en ocasiones, septiembre se afronte de una manera más temerosa si […]
El verano es una época en la que vemos con bastante frecuencia cómo los españoles gastamos más de la cuenta y no cumplimos con nuestros objetivos de ahorro. Los viajes, las comidas y las compras de las que disfrutamos durante estos meses hacen que, en ocasiones, septiembre se afronte de una manera más temerosa si no disponemos de una buena planificación financiera.
La situación de incertidumbre con la que contamos este año derivada de las tensiones geopolíticas, la subida de tipos o la inflación, unido a los nuevos proyectos y circunstancias que, a veces, trae consigo el mes de septiembre, puede hacer que nuestra estimación de gastos e ingresos se altere. Por ello, EFPA España ha elaborado una guía práctica que incluye una serie de claves que te permitirán supervisar tus gastos, gestionar tus ingresos y llevar a cabo una buena planificación para que tus finanzas no se resientan en la cuesta de septiembre y la vuelta al nuevo curso.
1. Estudia tu situación financiera actual. Analiza cuáles serán tus ingresos recurrentes durante los próximos meses y los gastos fijos a los que tendrás que hacer frente (hipoteca o alquiler, suministros básicos, recibos de teléfono, comida, transporte, seguros, etc.). De est a manera, tendrás una imagen global de cuál es tu situación para saber si puedes o no asumir gastos extra. Es importante ser consciente de ello y contar con un colchón de ahorro ya que nunca sabes cuándo te podrá surgir un imprevisto.
2. Analiza tus gastos del día a día. Una vez tengas identificados los gastos fijos, toca analizar ese otro tipo de gastos más rutinarios. Son los derivados de tu vida cotidiana, por ejemplo, de quedar con tus amigos, tomarte un café en el trabajo, hacer un regalo, etc. Suelen variar de mes a mes y, aunque no son fijos como tal, a veces es complicado no incurrir en ellos. Por eso, es importante que los tengas localizados y cuentes con un porcentaje de ingresos destinado a cubrirlos. Puedes, además, aprovechar este ejercicio para revisar y eliminar algunos de esos desembolsos más prescindibles. En ocasiones, mantenemos suscripciones que llevamos meses sin utilizar. Deshacerte de este tipo de gastos innecesarios te permitirá contar con un dinero extra que poder ahorrar.
3. Revisa tus préstamos y ten en cuenta la variación de los precios. Puede que, con las recientes subidas de tipos y la situación del mercado, cambien las condiciones de tus productos. Revisa tu hipoteca u otros tipos de préstamos contratados para ver si los términos y condiciones han sufrido variaciones o, en caso de interesarte, puedes renegociarlos. Presta especial atención si tienes una hipoteca variable, ya que tu precio mensual de la hipoteca o las cuotas de otros préstamos pueden continuar subiendo.
4. Planifica a largo plazo. Planifica tus finanzas teniendo en cuenta también el futuro más lejano. Es posible que en unos años no podamos disfrutar de la pensión pública a la que estamos acostumbrados. Por ello, es importante que ahorres y prepares un plan para tu jubilación. Cuanto antes inicies esta reflexión y pongas en marcha un plan para ese momento, menor será el esfuerzo que tengas que realizar mes a mes.
5. Busca oportunidades a la hora de invertir. Revisa tus productos financieros e infórmate de si tu entidad ofrece algo nuevo. En ocasiones, tras realizar análisis detallados, es posible encontrar mejores opciones que se adapten a tus necesidades cambiantes y a tus objetivos financieros. Mantenerse informado sobre las tendencias y las ofertas financieras te puede hacer lograr un mayor rendimiento de tus inversiones.
6. Recurre a un asesor financiero cualificado para solucionar dudas, buscar oportunidades y elaborar un buen plan. Contar con un asesor financiero capacitado es crucial para tomar decisiones informadas y adaptadas a tus metas personales, reduciendo así los riesgos y optimizando tus inversiones. Concierta una cita con tu asesor para trasladarle tus dudas, comentarle tus nuevas necesidades y hablarle sobre tus objetivos financieros. Las situaciones de inestabilidad traen consigo oportunidades que un asesor cualificado puede hacerte ver de acuerdo a tu perfil de riesgo, situación personal y horizonte temporal. Es importante que tengas en cuenta que cualquier decisión final debe contar con la ayuda de un profesional bien cualificado.