Después de muchas idas y venidas en este 2020 acelerado, lo cierto es que las cortes ya han aprobado los Presupuestos Generales del Estado para este 2021. Con ellos, además de acentuarse los cambios en cuanto a la fiscalidad de los planes de pensiones y las empresas SOCIMIs, también ha entrado recientemente en el tablero […]
BolsasDespués de muchas idas y venidas en este 2020 acelerado, lo cierto es que las cortes ya han aprobado los Presupuestos Generales del Estado para este 2021. Con ellos, además de acentuarse los cambios en cuanto a la fiscalidad de los planes de pensiones y las empresas SOCIMIs, también ha entrado recientemente en el tablero de juego la Ley del Impuesto sobre las Transacciones Financieras.
Así, la llamada tasa Tobin, que entrará en vigor el próximo día 16 de enero, tendrá, sin duda, repercusiones para la inversión en España.
Esta ‘tasa Tobin’ se trata de un impuesto sobre las transacciones financieras que busca evitar movimientos especulativos, ya sea en la compraventa de acciones o derivados financieros. La idea recibe el nombre de su creador, el Premio Nobel James Tobin, quien en 1971 y tras el final del parón del oro, señaló esta propuesta impositiva en una publicación de la Universidad de Princeton con el objetivo de mitigar los movimientos especulativos en el mercado de divisas y la volatilidad de los tipo de cambio de las monedas entre países.
Eso sí, la nueva regulación española, únicamente afecta con una tributación de un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a los 1.000 millones de euros. De ninguna manera se gravará la compra de acciones de pymes y empresas no cotizadas.
En este grupo de las afectaban, se incluirían todas las empresas que cotizan en el principal índice bursátil español, el Ibex 35, y algunas del mercado continuo. La Agencia Tributaria ha cifrado en un total de 56 las empresas a las que afectaría esta nueva ley, que son aquellas que a día 16 de diciembre tenían esa capitalización de más de 1.000 millones de euros a las que aplica.
Según informaban desde Europa Press el pasado mes de diciembre, el Gobierno central prevé recaudar con la tasa Tobin alrededor de 850 millones de euros anuales.
De esta manera y en cuestión de días, los inversores de bolsa pagarán la comisión al mercado, al intermediario y esta nueva tasa si apuestan por las grandes, y lo harán ya sea directamente o a través de fondos de inversión.
Así, y aunque en la teoría este nuevo impuesto recae sobre la entidad financiera que realice la adquisición de las acciones como brokers o intermediarios, en la práctica se augura que veremos cómo estos le transmitirán el coste al comprador inicial, los clientes.
De hecho, desde la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensión (INVERCO) ya apuntaban el pasado mes de febrero en su informe anual sobre el estado de los planes de pensiones y los fondos de inversión, que este impuesto a las Transacciones Financieras “hará perder un 7,4% del patrimonio de los fondos de inversión y un 5,6% de los planes de pensiones en los próximos 25 años”.
Además, la patronal catalogaba a esta figura fiscal como “un impuesto a la inversión en empresas españolas” y advirtió que de implantarse este tributo debería ser igual al aplicado en Francia e Italia o bien “crear una tasa común en Europa para que no haya países perjudicados”.
La compra de acciones en España, mucho más cara que en Estados Unidos
Así, si la legislación que teníamos hasta ahora en España ya era más estricta y costosa que en otros países, como por ejemplo Estados Unidos, la llamada ‘tasa Tobin’, encarece aún más la inversión en las cotizadas más potentes del país.
“Si las expectativas de obtener rendimientos positivos en EE.UU. son mayores a los de invertir en empresas españolas y las leyes e impuestos hacen que los rendimientos se reduzcan al invertir en acciones locales, entonces se puede afirmar que invertir en EE.UU. es más barato que hacerlo en España”, afirmaba Javier Sanz, CEO de Ninety Nine, a este respecto.