Alibaba, en muchas carteras de fondos internacionales, ha pasado de 112 a 137 dólares en apenas dos semanas. Sin embargo, en algún momento llegó a superar los 300 dólares, provocando pérdidas importantes desde entonces. Su ratio precio-beneficio es de los más bajos del sector. Pero sigue estando sujeta a un elevado riesgo regulatorio. Multas, salidas […]
BolsasAlibaba, en muchas carteras de fondos internacionales, ha pasado de 112 a 137 dólares en apenas dos semanas. Sin embargo, en algún momento llegó a superar los 300 dólares, provocando pérdidas importantes desde entonces. Su ratio precio-beneficio es de los más bajos del sector. Pero sigue estando sujeta a un elevado riesgo regulatorio. Multas, salidas a bolsa frustradas o directrices políticas sobre su negocio juegan en contra de los fundamentales. Alibaba, por ejemplo, entró recientemente en el negocio de los chips. Esta empresa, nacida inicialmente como una plataforma de comercio electrónico, ahora ha desarrollado el chip Yitian 710. Este semiconductor será útil para desarrollar el conocido como Internet de las Cosas (IoT).
Yitian 710 refleja, claramente, el dilema que enfrentan empresas como Alibaba. Por un lado, siguiendo una estrategia política china para ser autosuficiente en chips, Alibaba se sale de su negocio tradicional. De hecho, para manufacturar estos microprocesadores, necesitará acudir a Taiwán o Corea del Sur. Pero, por otra parte, Alibaba esppolíticoera obtener gran parte de sus beneficios a partir del “cloud business”. A largo plazo, en cualquier caso, los fundamentos del negocio de la firma china son sólidos.
Didi, el equivalente a Uber en China, representa mejor que nadie estos problemas. Esta firma, solvente, ha sido obligada a abandonar la bolsa de Estados Unidos. Didi tenía la obligación de compartir información considerada sensible con las autoridades reguladoras estadounidenses. Y el gobierno chino, para “convencerla”, retiró las nuevas descargas de su aplicación. Didi, durante los nueve primeros meses del año pasado, publicó pérdidas por 6.300 millones de dólares.
El riesgo regulatorio, o geopolítico, no invita a invertir en empresas tecnológicas chinas. Sin embargo, el ecosistema científico-tecnológico chino ahora mismo pasa por su mejor momento. Huawei ha ascendido hasta el quinto puesto de patentes registradas en Estados Unidos. Y el capital extranjero suministrado a la economía china ha alcanzado un nuevo máximo histórico: 181 mil millones de dólares. Los fondos extranjeros dirigidos al sector tecnológico chino, en concreto, han crecido un 17,1%.