Según publicaba este lunes la plataforma Coingecko, la sangría en el mercado de las criptomonedas ha sido tal que su valor total ha caído por debajo del billón de dólares. Y es que ante la aversión al riesgo que ha generado el cambio de política monetaria, la inflación desmedida y el miedo a una recesión […]
Según publicaba este lunes la plataforma Coingecko, la sangría en el mercado de las criptomonedas ha sido tal que su valor total ha caído por debajo del billón de dólares.
Y es que ante la aversión al riesgo que ha generado el cambio de política monetaria, la inflación desmedida y el miedo a una recesión económica, unido a eventos geopolíticos de gran magnitud como la guerra de Ucrania, la volatilidad del mercado de las criptomonedas se ha hecho más evidente y la cotización de los criptoactivos ha encontrado mínimos que no veíamos desde hace más de un año.
Así, y aunque la correlación de. Criptomonedas consolidadas tienen una baja correlación con activos tradicionales como la renta variable, lo cierto es que el sentimiento pesimista dirige ahora el mercado y las correlaciones de riesgo tienen de aumentar.
Para ejemplo la ya veterana Bitcoin. El token digital ha pasado de cotizar entorno a los 65.000 dólares a principios de noviembre para actualmente posicionarse alrededor de los 23.000 dólares.
Fuente: Investing – Cotización de Bitcoin de los últimos doce meses
“El bitcoin se ha desplomado a su nivel más bajo desde finales de 2020 debido a los temores sobre la aceleración de la inflación en Estados Unidos”, comenta Simon Peters, analista experto en criptoactivos de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, que matiza que el toen digital comenzó la semana con fuerza, superando el nivel de los 31.000 dólares, pero que a lo largo de la semana cotizó principalmente en torno a los 30.000 dólares. “Durante el fin de semana se ha desplomado por debajo de los 25.000 dólares debido a los temores de inflación”, hace hincapié.
Así, el analista de eToro resalta que aunque en el pasado los criptoactivos no se han movido al ritmo de los activos tradicionales, “en los últimos tiempos el vínculo entre ambos se ha estrechado cada vez más. Ahora ha surgido la señal más clara de que criptoactivos como el Bitcoin y el Éter se mueven al mismo ritmo que la renta variable, ya que la preocupación por la inflación ha hecho caer las acciones y las cripto”.
Y aunque explica que los motivos son variados, el experto indica que, en gran medida, se deben a que los inversores institucionales calibran sus activos de riesgo de forma similar, ya sean acciones tecnológicas o Bitcoin. "La inflación mensual en EE.UU. bajó en abril del 8,5% al 8,3%, lo que sugiere que la subida de los precios ha encontrado un "techo", pero los nuevos máximos del 8,6% alcanzados el pasado viernes han sacudido los mercados de renta variable y de criptoactivos”, comenta.
“Los mercados de criptomonedas se encuentran actualmente en una caída persistente, ya que el Bitcoin ha perdido casi el 60% de su valor máximo y Terra, una stablecoin o moneda estable supuestamente, se ha hundido totalmente”, concretan desde la agencia de calificación Scope Ratings, que puntualiza que desde las autoridades ya se han emitido numerosos avisos sobre los riesgos de los tokens digitales: “Ya en marzo, y no por primera vez, las tres autoridades europeas de supervisión (ESAs) advirtieron a los consumidores sobre los riesgos reales de los criptoactivos, señalando que no son adecuados para la mayoría de los consumidores minoristas como inversión o como medio de pago o intercambio”En una reciente entrevista para la televisión, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, refiriéndose a las criptomonedas, dijo que "no valen nada, no se basan en nada, no hay ningún activo subyacente que actúe como ancla de seguridad". Esta afirmación es difícil de rebatir”.
Sin embargo, desde la agencia reconocen que la fiebre de las criptomonedas parece estar lejos de remitir. “Se estima que alrededor del 10% de la población adulta en Europa y el 16% en Estados Unidos tiene algún tipo de inversión en criptodivisas. Lamentablemente, no hay estimaciones sobre cuántos de estos inversores entienden su funcionamiento y los riesgos a los que se exponen”, concretan.
Ante este panorama, el proveedor de fondos Global X ha recogido en su análisis ‘The Case for Digital Assets in a Portfolio’ ciertas conclusiones a la hora de integrar estos tokens digitales en una cartera de inversión y cómo pueden otorgarnos beneficios de diversificación.
Y es que desde Global X explican que aunque históricamente bitcoin ha mostrado bajas correlaciones a medio plazo con activos tradicionales como la renta variable y el oro, lo cierto es que cuando el sentimiento negativo dicta las perspectivas del mercado, las correlaciones con los activos "de riesgo" tienden a aumentar a corto plazo. “Los inversores que buscan reducir el riesgo de su cartera deberían evitar criptomonedas hasta que estos activos tengan un historial más sólido o la regulación ofrezca una orientación más completa”, aconseja el equipo de Research de Global X.
Sin embargi, para los inversores con un perfil moderado, el proveedor de fondos cotizados indica que “una pequeña ponderación del 1-5% en criptodivisas más desarrolladas, como bitcoin o etherum, puede ser apropiada”.
Para los inversores con un perfil menos conservador o de alta tolerancia al riesgo, sus expertos insisten en que podrían explorar criptomonedas nativas de plataformas de contratos inteligentes, como Solana, Avalanche, Cosmos y Polkadot. “En un esfuerzo por maximizar el potencial de retorno, los inversores también podrían considerar apostar”, concretan.
“Para los inversores con una tolerancia al riesgo excepcional, las finanzas descentralizadas (DeFi) permiten a cualquier participante del mercado desempeñar funciones como como la creación de mercado y la concesión de préstamos/préstamos, que tradicionalmente eran exclusivos de instituciones centralizadas como los bancos”, añaden.
Tal y como señala Sam Theodore, consultor senior de Scope Group, aunque el volumen de los criptoactivos ha aumentado rápidamente, el mercado de las criptomonedas representa una pequeña parte de los 250 billones de dólares del sistema financiero mundial y tiene una base de inversores mucho más reducida. “Aun así, los bancos no serán inmunes a los riesgos de las criptomonedas si los clientes y las entidades requieren servicios en este ámbito”, recalca el experto.
“En lo que respecta a las criptomonedas, el temor es que la falta de regulación y supervisión de los criptoactivos pueda fluir gradualmente en los mercados financieros tradicionales, contaminándolos con nuevos riesgos. De hecho, cada vez participantes del mercado se suman al carro del Bitcoin y el Ether, que representan el 40% y el 20%, respectivamente, de la capitalización agregada del mercado de criptomonedas”, concreta Theodore.
Y es que tal y como señala el experto, el mercado cripto se alimenta principalmente de inversores minoristas ue realizan operaciones predominantemente especulativas o de cobertura. “El creciente papel de las plataformas de criptomonedas, como Coinbase, Binance, FTX y muchas otras, facilita el acceso a nuevos segmentos de inversores minoristas que esperan obtener ganancias rápidas y amplias, más allá del primer grupo de ‘frikis’ tecnológicos y entusiastas de las criptomonedas. Muchos de estos inversores más recientes apenas entienden o se preocupan por la verdadera naturaleza de las criptodivisas o los riesgos subyacentes. Esto no es tranquilizador”, insiste.
Pero añade: “Los inversores institucionales, sobre todo los hedge funds y los fondos de inversión como los ETF centrados en las criptomonedas, son cada vez más numerosos. Esto pone intrínsecamente en peligro la estabilidad financiera. No sólo porque los fondos invierten el dinero de otras personas, sino también por el intenso uso del apalancamiento a una escala mucho mayor. No es de extrañar, ni mucho menos, que los reguladores financieros presten cada vez más atención a la amenaza que supone la creciente interconexión de los mercados de criptomonedas con los mercados financieros tradicionales”.
Toda esta situación es desarrolla en un contexto del desarrollo de la regulación cripto que, aunque poco a poco, se va consolidando.
“Las autoridades piden que los mercados de criptomonedas se regulen de acuerdo con los marcos existentes para los mercados bancarios y financieros tradicionales. Pero si bien es importante presentar nuevas iniciativas de regulación, es fundamental que el proceso de aprobación se complete rápidamente a través de todos los trámites políticos, de procedimiento y legales. Porque, estimulados por el rápido avance de la tecnología subyacente y los enfoques innovadores, los mercados de criptomonedas avanzan a pasos agigantados. Esto trae consigo una enorme volatilidad, incertidumbres en la gestión del riesgo y, sobre todo, la posibilidad de que los criptocriminales y los Estados rebeldes se aprovechen de la situación”, indica el experto.
Para explicar que la UE está a la vanguardia de los esfuerzos de regulación de este mercado.
“En septiembre de 2020, la Comisión Europea lanzó su propuesta de Reglamento de los Mercados de Criptoactivos (MiCA), que se espera que sea aprobado por el Parlamento Europeo a finales de este año o principios del próximo y que se aplique a comienzos de 2024. El proceso de aprobación, excesivamente largo, no es óptimo en mi opinión, pero una finalización positiva será un verdadero progreso”, aclara el consultor, para añadir que este reglamento MiCA exigirá que las criptomonedas cumplan las mismas condiciones de transparencia, divulgación, concesión de licencias, cumplimiento, autorización y supervisión que otros productos financieros, al tiempo que armonizará el marco jurídico de las criptomonedas en los 27 Estados miembros de la UE.
“Una mejor regulación y supervisión debería mejorar la confianza de los inversores en este mercado. Es importante destacar que el MiCA también introducirá un pasaporte de la UE que permitirá a las plataformas de criptomonedas y a otros proveedores de servicios de fuera de la UE solicitar licencias en los 27 países”, insiste.