Si la tecnología para fabricar medicamentos contra la diabetes no hubiera cambiado desde los años 30, hoy necesitaríamos un área mayor que la superficie de la Tierra para criar cerdos y cosechar insulina de sus páncreas para ayudar a cientos de millones de diabéticos en todo el mundo. Solamente este dato nos da una idea […]
Si la tecnología para fabricar medicamentos contra la diabetes no hubiera cambiado desde los años 30, hoy necesitaríamos un área mayor que la superficie de la Tierra para criar cerdos y cosechar insulina de sus páncreas para ayudar a cientos de millones de diabéticos en todo el mundo. Solamente este dato nos da una idea de la importancia que tienen los avances biotecnológicos para mejorar la salud y el bienestar del conjunto de la población mundial. Por tanto, para los inversores se trata de un sector defensivo, y también ofensivo, en el sentido de que siempre está en constante evolución buscando mejoras en el campo sanitario, algo totalmente fundamental teniendo en cuenta el crecimiento del conjunto de la población mundial y el crecimiento de la esperanza de vida.
“Creo que una de las ventajas de invertir en sanidad es que estas empresas tienen una demanda inelástica. Si uno necesita una nueva válvula cardiaca, la inflación no va a influir en esa decisión”, comenta Vinay Thapar, CFA Y Co-Chief Investment Officer de la gestora Alliance Bernstein.
Como se puede apreciar a simple vista, se trata de un sector que se ve poco influido por los ciclos económicos o los diferentes posicionamientos que toman los inversores. Sin embargo, no solamente hay que mirar a esta área para buscar un refugio o un sector defensivo, tal y como señala Thapar. “Una de las cosas que a menudo se malinterpreta sobre la sanidad es la idea de que es un sector puramente defensivo. En nuestra opinión, eso no es cierto. Es defensivo, pero también ofensivo. Y es ofensivo en términos de innovación. Abarca desde la secuenciación genética, que nos ayudará a predecir el cáncer mediante un análisis de sangre, hasta nuevos tipos de medicamentos como la terapia génica o las vacunas de ARNm, que fueron muy útiles durante la COVID”.
Esto le añade tres características fundamentales al sector sanitario: la necesidad de la constante mejora, la demanda estable o incluso creciente independientemente del ciclo económico en el que se encuentre la economía y, además, la innovación lograda gracias a las aplicaciones biotecnológicas.
A grandes rasgos, se ha mencionado ya el gran potencial que tiene la inversión en el sector sanitario con ese enfoque de innovación y constante mejora. Sin embargo, basta con mirar un ejemplo, como el caso de la biología sintética, para ver hasta qué punto puede seguir creciendo y expandiéndose el sector.
“Hoy en día, sólo estamos arañando la superficie de esta tecnología revolucionaria. Lo que empezó en la industria sanitaria se está extendiendo a muchos sectores. Con el tiempo, es probable que la biología sintética tenga un profundo impacto en nuestro mundo al cambiar la forma de fabricar una amplia gama de productos, desde carne cultivada en laboratorio hasta cosméticos o envases biodegradables. McKinsey estimó en un informe de mayo de 2020 que hasta el 60% de los insumos físicos de la economía mundial podrían fabricarse mediante biología sintética, lo que supondría unos beneficios económicos directos de al menos 1,7 billones de dólares entre 2030 y 2040”, comenta Edward Bryan, CFA y portfolio Manager de Alliance Bernstein.
El AB International Health Care Portfolio es uno de los productos del sector sanitario más veteranos del mercado, este año se cumplen 20 años desde su lanzamiento. Una gran experiencia que se ve acompañada de una buena rentabilidad. Si se miran los datos de Morningstar, se aprecia que la rentabilidad anualizada en los últimos diez años ha superado el 13,17%. Un comportamiento que le permite contar con las cinco estrellas de la plataforma.
En cuanto a las áreas en las que el fondo se enfoca para buscar compañías con un gran potencial dentro del sector sanitario, destacan aquellas que tienen que ver con el diagnóstico, las terapias no invasivas-robótica y tecnología. Para ello examinan desde un punto de vista fundamental las empresas, dando especial importancia a la forma de crecer y al ROIC. Se centran en los fundamentales del negocio en lugar de intentar predecir el éxito científico.
"Es vital en este sector no depender demasiado del incremento de precios, ya que la creciente presión de los estados creará oportunidades a las empresas que pueden proporcionar más valor agregado a menores costes. " Comenta Vinay Thapar y John Fogarty, gestores del fondo.
Las empresas de salud combinan la inelasticidad de la demanda de los productos como la rentabilidad y crecimiento de la tecnología. La variedad de subsectores que lo componen nos muestra el gran potencial del mercado. Es un sector que combina valor y crecimiento.
Con todo lo mencionado, la inversión en el sistema sanitario con este enfoque de innovación da un valor añadido a las carteras de inversión al combinar la innovación con la necesidad de crecimiento independientemente de los ciclos económicos. Dos elementos que han sabido compaginar a la perfección en el fondo AB International Health Care Portfolio, como se puede apreciar en la generación de retornos positivos de manera continuada.