Los ETF disfrutaron de entradas durante los seis primeros meses de 2020, a pesar del estallido de COVID-19 y los consiguientes cierres de las principales economías. Dicho esto, marzo de 2020 fue uno de los pocos meses en los que los ETF se enfrentaron a salidas, ya que los inversores europeos pasaron a la modalidad […]
Los ETF disfrutaron de entradas durante los seis primeros meses de 2020, a pesar del estallido de COVID-19 y los consiguientes cierres de las principales economías. Dicho esto, marzo de 2020 fue uno de los pocos meses en los que los ETF se enfrentaron a salidas, ya que los inversores europeos pasaron a la modalidad de riesgo y vendieron respectivamente activos de riesgo de sus carteras. Aunque el resultado económico de los cierres todavía no está claro, los inversores volvieron a los activos de riesgo cuando los gobiernos y los bancos centrales empezaron a estimular las economías de todo el mundo.
Este estímulo dio lugar a un aumento de los mercados de valores y a una caída de los tipos de interés. Dicho esto, las entradas en los ETF no pudieron compensar el rendimiento negativo de los mercados subyacentes, ya que el patrimonio bajo gestión ha pasado de los 870.000 millones de euros de euros el 31 de diciembre de 2019, a 830.000 millones de euros actuales, tal y como indican desde Lipper. Como se ha indicado anteriormente, la disminución de 40.000 millones de euros en el primer semestre de 2020 se debió a la evolución negativa de los mercados subyacentes (-57.400 millones de euros), mientras que las entradas netas aportaron 17.400 millones de euros a los activos gestionados.
En cuanto al número de fondos y al mercado europeo de ETF, los fondos de renta variable (543.900 millones de euros) siguen siendo los de mayor volumen, seguidos por los fondos de bonos (250.500 millones de euros), los productos básicos (24.000 millones de euros), los productos alternativos de OICVM (5.900 millones de euros), los fondos del mercado monetario (3.900 millones de euros), los fondos de activos mixtos (1.600 millones de euros) y los “otros” fondos (200 millones de euros).
Las entradas netas estimadas de 17.400 millones de euros para el primer semestre de 2020 están en cierta medida en consonancia con las expectativas derivadas de los flujos medios anuales (36.200 millones de euros) desde que se introdujeron los ETF en Europa en el año 2000. Dicho esto, estos flujos están muy por debajo de los flujos récord de 2019 (+106.700 millones de euros). Esta tendencia puede indicar que la industria europea de los ETF podría ver otro año con entradas positivas, pero no un nuevo récord en cuanto a flujos netos estimados.