Dirigentes Digital entrevista a Lola Solana, Head of Small Caps Equity Funds en Santander Asset Management España y presidenta del Instituo Español de Analistas, con motivo de la próxima celebración del Día Internacional de la Mujer. Eres la primera mujer al frente del Instituto Español de Analistas, ¿qué valoración haces del primer año de mandato? […]
Dirigentes Digital entrevista a Lola Solana, Head of Small Caps Equity Funds en Santander Asset Management España y presidenta del Instituo Español de Analistas, con motivo de la próxima celebración del Día Internacional de la Mujer.
Ha sido mucho más intenso de lo que imaginaba, pero también más apasionante de lo que imaginaba. Me he encontrado un equipo motivado, unos socios comprometidos y unos patronos con ganas de impactar en la sociedad y todos ellos: equipo, socios y patronos, con las mismas ganas de impulsar el instituto, de darle vida. Cambiamos el logo y la imagen corporativa, una brújula es nuestro isotipo, nuestra seña de identidad, consideramos que nos representa porque habla de nuevos rumbos, de seguir un nuevo camino, un camino necesario y apasionante. También cambiamos de sede porque queremos ser el lugar de encuentro de los analistas en pensamiento, pero también en presencia queremos estar cerca de ellos, estar en contacto y para ello necesitábamos un lugar de encuentro. En ocho meses hemos incrementado el número de socios en 130 personas, ahora somos 1.400.
Y en estos meses, cinco nuevos patronos nos van a dar la mano para recorrer juntos este camino de apoyo a los analistas, a las empresas y a la sociedad en su conjunto. Hemos abierto delegación en Baleares, región en la que no estábamos presentes y donde vemos muchos jóvenes con la ambición de ser analistas
Hemos incrementado el número de eventos, debates y estudios añadiendo siempre networking después para que los más jóvenes se inspiren con los más seniors. En resumen, mi valoración de los primeros ocho meses seria que le hemos dado vida a la Institución compartiendo los mismos valores y alineándonos todos bajo un objetivo común: ser un hub de talento financiero en Europa independientemente del género, de la edad o de la empresa a la que pertenezcas.
En torno a un 17%. De 1400 socios, solo 236 son mujeres.
En primer lugar más eventos de interés, focalizados más en mujeres. Por ejemplo, ahora queremos hacer un evento en la bolsa: Consejos de las mujeres para triunfar, donde CEOS mujeres puedan inspirar a las jóvenes analistas para que vean que las mujeres que han llegado un día fueron como ellas, que si quieres se puede.
En segundo lugar más estudios de interés: quizás estudios que toquen tangencialmente otros sectores, "Impacto económico en la Seguridad Social de la salud de la mujer en la edad adulta", "La soledad de las mujeres en la vejez", Emprendimiento y mujer", "Educación financiera en los colegios", etc. También queremos establecer en la nueva sede un ciclo de conferencias “Café con”, para que jóvenes estudiantes tengan la oportunidad de hablar con referentes del sector, para que escuchen no solo sus éxitos sino las dificultades a las que se enfrentaron y cómo las solucionaron. Leyendo se aprende mucho pero a veces los datos se olvidan, lo que no se olvida es lo que te enseñaron tus mayores mirándote a los ojos y transmitiendo su sabiduría y valentia al mismo tiempo.
Desde que empecé el mundo de la inversión se ha transformado totalmente. Empecé en el año 1988 con el impulso y el entusiasmo de haber entrado en la Comunidad económica europea. Era el año en el que se reformó la ley del mercado, y se creó el mercado continuo. Vivimos después la firma del tratado de Maastrich y después llego el segundo hito más importante en la historia económica reciente: el proceso de incorporación a la unión económica y monetaria. Hemos asistido a la mayor transformación del mundo de la inversión pero también a una de las mayores crisis financieras globales, a una pandemia y a una guerra.
Mientras el mundo de la inversión se transformaba, la situación de la mujer también se transformaba, ”la cultura del presentismo” en el trabajo que tanto nos dificultó la conciliación hace 30 años, dio paso a la cultura de la eficiencia. La transformación digital del mundo financiero ha hecho posible que se pueda teletrabajar, ha hecho posible que seamos más flexibles y más eficaces. Hemos racionalizado los horarios, los desplazamientos y además el reparto de responsabilidades domesticas es más equitativo, la regulación ayuda mucho con la nueva baja por paternidad. Por otra parte, la mujer ha ganado confianza. Antes no nos atrevíamos a aceptar o a luchar por puestos de responsabilidad por miedo a no llegar a todo. Ahora sabemos que podemos llegar a todo y que llegar a todo es cuestión de ganas y no de género.
Lo que sin embargo no ha cambiado tanto es la mujer en la inversión. Eso es difícil que se transforme porque hay una variable que es la que más importa que no cambia: el performance. Esa variable es cuantitativa y no cualitativa, no depende del genero ni la edad, ni siquiera del expediente académico. Lo que importa son los resultados sostenidos en el tiempo, la consistencia, la generación de valor para el participe y eso depende de la convicción que tengas en los activos en los que inviertes y esa convicción solo te la da el conocimiento de aquello en lo que inviertes. Una convicción que se consigue aprendiendo un poco más cada día, con consistencia, paciencia, esfuerzo, entusiasmo y afán de superación y todo eso te lo da y te lo dará el carácter, independientemente del género o la edad
Porque es una imperiosa necesidad. Necesitamos más inversoras por cuenta ajena porque creo que la diversidad de género aporta valor en la toma de decisiones. El cerebro de la mujer y del hombre son diferentes pero también son complementarios, con lo cual las decisiones consesuadas entre hombres y mujeres tendrán muchas más probabilidades de ser eficaces.
Pero también es necesario reforzar el papel de inversora por cuenta propia. Debería existir una asignatura en el colegio como ¨Aprender a invertir¨. Hoy en dia todavía hay mujeres que no saben qué hacer para invertir, no saben que hay que abrir una cuenta de valores, hacer un test de idoneidad, limitar el precio al que quieres comprar, etc. Invertir es una forma muy interesante de conseguir ingresos adicionales, de tener independencia económica, de tomar las riendas de tu vida.
Siempre me ha conmovido la frase de Mandela: “Soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma”.
Las mujeres necesitan invertir para ser las dueñas de su destino y espero que pronto alguna mujer tenga el empuje de crear un fondo y una gestora independiente. Necesitamos una Cathy Wood española, atraería después a muchas más.
En el mundo de la inversión la regla de oro para preservar capital es la diversificación de activos, sectores y geografías. Por la misma razón, estoy convencida que la diversidad de género, de edad, de procedencia geográfica o de talentos contribuye a mejorar los resultados de las empresas y organizaciones que las aplican y a preservar su capital. Las mujeres somos diferentes a los hombres y eso no podemos cambiarlo, pero podemos aprovecharlo porque las mujeres ayudan a tener estructuras más horizontales y menos jerarquicas, ayudan a una mayor comunicación y transparencia, somos más cercanas y entendemos más a las personas. Somos más empaticas y pacientes .Creo que tenemos que querer a las personas con las que trabajamos, exigirlas pero queriéndolas. Sin ellas no conseguiremos nada.
En primer lugar y lo más importante es que hemos cambiado la cultura del presentismo por la cultura de la eficiencia. El teletrabajo y la digitalización nos ha dado flexibilidad y productividad. En segundo lugar, la maternidad ya no es un parón en tu carrera, ahora es cosa de dos. Los equipos directivos, están concienciados con la diversidad. Los equipos diversos aportan más valor a las organizaciones y apuestan por la conciliación.
Otro cambio importante es la ola ESG. Ya no solo importan los resultados sino cómo consigues esos resultados, el compromiso con las personas, con el entorno, con la sociedad está en la mente de todos. Todos nos hemos alineado bajo los mismos valores y con el objetivo común de ser sostenibles y dejar un legado a las nuevas generaciones. Esta ola ESG ha atraído a muchas mujeres porque ahora las inversiones se hacen con un sentido y un significado, porque queremos ser parte de la solución y no parte del problema.
Pero lo que más ha cambiado es nuestra fuerza interior, hemos ganado confianza en nosotras mismas, hemos ganado seguridad, sabemos que es compatible una vida familiar y una carrera profesional, podemos disfrutar de hacer ambas cosas a la vez y hacerlas bien. Desde aquí animo a todas las jóvenes a que no pierdan el afán de saber, el afán de crecer, de ir a más y ser mejores y asi impactar en una sociedad que necesita nuevos referentes, nuevos retos y nuevas ilusiones.
Ser mujer no me ha condicionado en ninguno de los dos sitios. Lo que sí me condicionó durante los primeros años de mi carrera fue ser madre. Entonces los horarios eran exigentes y no tenía la misma disponibilidad de horarios de la que disponían otras personas
El Instituto tiene la ambición der ser el hub referente de talento en Europa. Tenemos el think tank más importante de España, con los expertos más reputados de nuestro país. Con ellos y con colaboradores internos y externos vamos a desarrollar estudios de gran impacto en la economía y en la sociedad españolas. Estudios que atraerán a nuevos patronos porque juntos queremos unir voces no solo en el sector financiero, sino en otros sectores de actividad económica para que nos oigan en los temas que nos interesan en España y también en Europa.
Nuestra ilusión es que todos los analistas, gestores, ventas y banqueros, formen parte de nuestra asociación. Juntos tendremos más fuerza para situar a este colectivo y a la profesión de analista en el lugar que se merece.