Tras el año turbulento que hemos dejado atrás debido al estallido de la pandemia de la Covid-19 y largos meses de medidas de distanciamiento y confinamientos para evitar los contagios masivos, la economía ha registrado una fuerte contracción económica. Todo este cambio de paradigma, que ha afectado a nuestros hábitos de consumo e incluso a […]
Tras el año turbulento que hemos dejado atrás debido al estallido de la pandemia de la Covid-19 y largos meses de medidas de distanciamiento y confinamientos para evitar los contagios masivos, la economía ha registrado una fuerte contracción económica.
Todo este cambio de paradigma, que ha afectado a nuestros hábitos de consumo e incluso a la geopolítica, ha hecho que sin lugar a dudas, las perspectivas de inversión para este 2021 pasen por acomodar las carteras e invertir más cuidadosamente para poder generar beneficios.
La pérdida de protagonismo de los bonos en las carteras
Entre estos cambios está el de la renta fija que, con motivo de las políticas monetarias y fiscales acomodaticias, han dejado de ser un activo fundamental en las carteras pero que tampoco nos podemos dejar en el tintero.
Según la conocida gestora BlackRock en lo que han llamado el “New investment order”, se hace necesario que los inversores vuelvan a revisar sus carteras en un contexto en el que ha cambiado la renta fija, la renta variable y hay otros activos y nuevas formas invertir, apostando por una mayor diversificación y flexibilidad. “Esto va a tener un impacto importante en cuáles sean los retornos que obtengan los inversores de cara a cumplir sus objetivos de largo plazo”, considera Manuel Gutiérrez-Mellado, responsable del Negocio Institucional de BlackRock en España, Portugal y Andorra.
El experto señalaba por tanto que, se trata de una situación compleja donde los bonos soberanos y la renta fija van dejar de tener ese valor protagonista del que gozaban en las carteras. “Hoy en día, como la rentabilidad a vencimiento de los bonos soberanos, especialmente en economías desarrolladas, es prácticamente cero, no te aportan ese concepto de rentabilidad, ni te aportan ese concepto de diversificación”, recalca el experto.
Para Frank Lipowski, gestor de renta fija de Flossbach von Storch, pese a que ganar dinero con los bonos es ahora más complicado que nunca, asesorar en este tipo de inversión “presenta más desafíos que nunca. Y ciertamente, aún pueden obtenerse unas rentabilidades razonables con los bonos. Solo hay que buscarlas de una forma mucho más minuciosa”, pasando de ser esa “misión imposible” que parece a la “misión posible” que el entendido recalca.
Las tendencias en la “nueva” renta fija: una “misión posible”
Lipowski apunta a que “el inversor actual en renta fija debe olvidarse de lo que le gustaba hacer”, que se trataba de comprar un bono para mantenerlo hasta el vencimiento y recibir el cupón anual de intereses.
“Ya no sirve, porque en la mayoría de los casos, el cupón no genera ningún rendimiento, o muy poco”, aclara para después añadir: “La clásica estrategia de comprar y mantener bonos o «buy and hold», como la llaman los expertos, ya no funciona. Esta es la mala noticia”.
Sin embargo, para el entendido de la gestora independiente de Flossbach von Storch, la buena noticia en lo que respecta a los bonos, es que estos tienen más que el componente de ingresos o cupón, y pone el ejemplo de la plusvalía. “El buen comprador intenta comprar barato para vender más caro en el futuro. Siempre hay fases y situaciones en el mercado en las que se penalizan excesivamente los títulos individuales. Los inversores deben reconocer y aprovechar estas oportunidades”, puntualiza.
Así, para Lipowski, hoy en día es importante que un gestor de fondos cuente con una cantidad adecuada de reservas de liquidez con el fin de que le proporcione una la flexibilidad necesaria para poder explotar las oportunidades.
“Hay algo que la historia nos ha demostrado: las oportunidades llegarán. Si no es hoy o mañana, tal vez será pasado mañana. Marzo y abril, por ejemplo, fueron unos meses excelentes para nosotros, porque los precios de muchos bonos de emisores de gran calidad resultaron penalizados en exceso en las bolsas”, matiza.