2022 se presenta con grandes incógnitas que pasan por conocer el desarrollo del aumento de la inflación y el endurecimiento progresivo de la política monetaria. Pero, dentro de este contexto, hay oportunidades que los inversores pueden encontrar para lograr rentabilidad. Desde NN IP señalan el mercado de crédito alternativo por su descorrelación con el mercado […]
2022 se presenta con grandes incógnitas que pasan por conocer el desarrollo del aumento de la inflación y el endurecimiento progresivo de la política monetaria. Pero, dentro de este contexto, hay oportunidades que los inversores pueden encontrar para lograr rentabilidad. Desde NN IP señalan el mercado de crédito alternativo por su descorrelación con el mercado tradicional.
Hay tres temas dominantes que parecen tener prioridad en el mundo de la inversión en 2022. Estas megatendencias definirán los contornos generales de las perspectivas del mercado para el próximo año, por lo que su comprensión es crucial para tomar decisiones de inversión en los próximos meses. Las tres megatendencias son la normalización de las economías desde la crisis del coronavirus, incluyendo las tendencias macroeconómicas inducidas por Covid; la búsqueda continua de fuentes de rendimiento alternativas y la aceleración de la transición hacia una economía más sostenible.
Si bien la recuperación continuada del impacto económico de la pandemia configurará el entorno a corto plazo, la perspectiva a largo plazo se verá mucho más afectada por el creciente impulso para combatir el cambio climático. Los inversores y los gestores de activos pueden tener un gran impacto en este sentido y, al mismo tiempo, acceder a atractivos rendimientos.
Hay dos riesgos clave en 2022 como son la posibilidad de una inflación persistente y un endurecimiento prematuro de la política monetaria. Las interrupciones en la cadena de suministro y el reciente aumento de los precios de la energía han llevado las lecturas de la inflación general y subyacente en EE.UU. y la zona del euro a los niveles más altos en más de una década.
La Reserva Federal y el BCE consideran que este repunte de la inflación es un fenómeno temporal. Nuestra hipótesis de base es que los cuellos de botella de la oferta, el aumento de los precios de la energía y la escasez de mano de obra persistirán durante el invierno, pero la inflación debería normalizarse gradualmente. Lo más probable es que la salida del estímulo del banco central sea ordenada y gradual.
Los mercados tendrán que hacer frente a la normalización, además de a los intensos debates políticos y a la incertidumbre en torno a las políticas de los bancos centrales. Esto creará un entorno de mercado volátil, que sin embargo será razonablemente constructivo para el crecimiento y los activos de riesgo, por ejemplo en las materias primas y en la renta variable.
La presión en busca de rentabilidad podría disminuir gradualmente con el aumento de los rendimientos de la deuda pública, pero los inversores seguirán explorando el mundo de las clases de activos ilíquidos, en busca de fuentes alternativas de rentabilidad. Cuando las perspectivas del mercado se ven empañadas por muchas incógnitas, el crédito alternativo puede ser una oportunidad, ya que esta clase de activos está ampliamente desvinculada de los mercados tradicionales. También vemos crecientes oportunidades en la integración de factores medioambientales, sociales y de gobernanza, y aunque la integración de ESG requiere más investigación propia, proporciona beneficios de riesgo-rendimiento y permite a los inversores cumplir sus objetivos de sostenibilidad.
Las poderosas características de diversidad de la deuda privada significan que las carteras que incorporan crédito alternativo están mejor protegidas de los movimientos generales del mercado de crédito. Dado que se espera que los rendimientos de los bonos tradicionales sigan siendo bajos en un futuro previsible, podría ser un buen momento para estudiar la posibilidad de diversificar su asignación de activos para incluir el crédito alternativo, especialmente dada su descorrelación.
Ciertos sectores, como la logística o la vivienda residencial, han experimentado tendencias a corto plazo para encontrar refugios seguros, así como soluciones estructurales como la financiación de cuentas por cobrar respaldada por seguros.
En la gestora decidimos asegurar algunos beneficios y redujimos la gran sobreponderación en el sector financiero de nuevo a moderada. Además, nos mostramos más cautelosos con los sectores de crecimiento secular, cuya rentabilidad relativa está correlacionada negativamente con los rendimientos de los bonos. Redujimos la categoría de tecnología a neutral. En general, aumentamos nuestra infraponderación en el estilo de crecimiento de moderada a máxima.
Todo apunta a que 2022 será un año donde podremos ver una aceleración de la inversión sostenible con la llegada de más regulación e impulsos, ¿lo creéis así?
Las principales economías darán prioridad a las políticas para estimular la transición hacia un mundo más sostenible. Los gestores de activos han expresado su compromiso con la iniciativa de la red cero y la oportunidad de inversión en este sentido es enorme. El aumento de la regulación en materia de finanzas sostenibles ofrece claras ventajas para los inversores, como una mayor transparencia en la asignación de activos, y estimulará la entrada de capital hacia soluciones más ecológicas. Todos estos avances facilitan que los inversores aprovechen la transición hacia un mundo más sostenible e inclinen sus carteras hacia ello.
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