La inteligencia artificial (IA) lleva años siendo una de las tendencias de inversión más destacadas por gestoras y analistas, la mejor prueba de ello es la gran cantidad de fondos de inversión enfocados en esta tecnología. Sin embargo, desde el ‘boom’ causado por ChatGPT a principios de este 2023, el interés por la IA se […]
La inteligencia artificial (IA) lleva años siendo una de las tendencias de inversión más destacadas por gestoras y analistas, la mejor prueba de ello es la gran cantidad de fondos de inversión enfocados en esta tecnología. Sin embargo, desde el ‘boom’ causado por ChatGPT a principios de este 2023, el interés por la IA se ha disparado notablemente.
“La inteligencia artificial viene desde hace años desarrollándose, aunque con mayor velocidad desde el coronavirus, cuando la alta demanda de tecnología aceleró todo mucho más. Considero uno de los sectores a vigilar de cara a los próximos 10 años, y ya lo hemos visto como desde el “boom” de ChatGPT, aquellas compañías que desarrollan esta tecnología se han disparado en bolsa”, menciona Diego Morín, analista de IG.
Para el gran público, la inteligencia artificial puede resultar algo muy reciente, debido a la llegada de ChatGPT. Sin embargo, y como ya se ha mencionado, la inversión lleva entrando en el sector desde hace mucho más tiempo.
“El hecho de que las cantidades invertidas en 2020 y 2021 hayan sido tan grandes podría estar influenciado por el hecho de que el coste de capital fue mínimo y el dinero perseguía historias emocionantes con plusvalías potenciales”, comenta Christopher Gannatti, jefe de análisis de WisdomTree.
Sin ir más lejos, el gasto mundial en IA en 2022 creció un 20% con respecto a 2021 alcanzando los 432.800 millones de dólares, según la consultora IDC Research. Pero, además, esperan que para 2023 se rompa la barrera de los 500.000 millones. Aquí se contabiliza el desembolso total por parte de empresas e instituciones en las múltiples aplicaciones de esta tecnología.
Lo cierto es que sus aplicaciones son muy diversas y se enfocan en diferentes campos. Desde la medicina, hasta el big data, pasando por la agricultura, la automoción o la logística, entre otros muchos sectores. El universo de compañías enfocadas en el desarrollo de la IA y que cotizan en bolsa es de más de 400, más otros cientos de empresas fuera de los mercados públicos.
El ‘boom’ de ChatGPT ha puesto el foco en la inteligencia artificial generativa. Es decir, aquella que es capaz de crear textos, obras de arte, películas, vídeos y otras tantos contenidos.
“Es la primera vez donde la población en general ve la magia sucediendo. Soy muy optimista sobre este concepto…. Cuando todo el mundo decía que la IA estaba en desuso, todo giraba en torno al blockchain y las criptomonedas, esta se aceleró, y los demás sufireron un colapso. Creo que vamos a ver cosas muy interesantes en los próximos años”, comenta Danny Lange, Senior Vice President of AI at Unity de Allianz GI.
Sin embargo, esta no es su única vertiente. En el ámbito de la medicina, la IA resulta una gran aliada, menos conocida por el gran público. “Los 10 mayores grupos farmacéuticos del mundo han realizado pequeñas adquisiciones de startups enfocadas en la inteligencia artificial. Estas herramientas digitales se han incorporado a los flujos de trabajo de I+D que se habían construido en las últimas décadas”, añade Brice Prunas, gestor de renta variable en Oddo BHF AM.
Un campo médico en el que su aplicación podría ser fundamental es el oncológico, “la relación entre la oncología y la inteligencia artificial es ahora objeto de una abundante literatura científica”, añade Prunas. De hecho, Nvidia ilustró cómo sus tecnologías de procesamiento paralelo utilizadas en los modelos de aprendizaje profundo podrían aplicarse a la investigación científica y médica, especialmente en oncología.
Pero esto no es todo, la IA también se puede aplicar a la gestión de una granja, “permitirá alimentar al animal y suministrarle la dosis adecuada de plantas medicinales para conseguir una producción de leche sostenible y de mayor calidad”, comentan desde Substrate AI.
La tecnología ha resultado un boom, el gasto no ha parado de crecer y la inversión tampoco, sus aplicaciones son muchas, ¿pero hay oportunidades de inversión dentro de la IA?
“Considero que la IA va a generar una transformación en nuestro día a día, así como en los sectores económicos. No obstante, debemos de realizar inversiones de acuerdo con nuestra capacidad de gestión del capital, ya que existen como diferentes focos principales dentro del sector: como empresas de IA en infraestructuras o compañías con aplicaciones (robots), por lo que considero que pueden ser una alternativa de inversión en el contexto actual”, comenta Morín.
Algunos de los nombres que más han resonado en las últimas semanas son Palantir Technologies, C3.ai, Alteryx o SoundHound AI Inc. “Empresas como Alteryx o Snowflake, que permiten limpiar los datos y movilizarlos para alimentar las redes neuronales. Estas últimas avanzan a gran velocidad; así, NVIDIA, una de las principales posiciones del fondo, calcula que se duplican cada dos meses”, explica Ronaldo Grandi, CFA, gestor del fondo Echequier Artificial Intelligence de LFDE.
Sin embargo, y a pesar del deslumbrante crecimiento y las múltiples aplicaciones, es necesario mantener los pies en la tierra porque es un sector que, prácticamente, acaba de nacer. “Si bien podemos predecir ciertas innovaciones, ya sea en visión, vehículos autónomos o drones, también debemos reconocer que las mayores plusvalías pueden provenir de actividades que aún no estamos siguiendo”, concluye Gannatti.
En definitiva, la IA venía trabajando en la sombra años atrás, pero no ha logrado acaparar los focos del gran público hasta la llegada y expansión de ChatGPT. De hecho, se puede afirmar que esta popular herramienta no es más que la punta de un gran iceberg. Un iceberg que engloba múltiples campos y aplicaciones de lo más diversos y que, a su vez, dibujan un futuro ilusionante con grandes oportunidades y, por supuesto, retos. Aunque, al enfocar la mirada en la inversión, el escenario se vuelve más complejo porque, si bien existe un universo vasto en el que invertir, los caminos donde la IA finalmente triunfará y se instaurará son más difíciles de predecir. Por lo tanto, parece que solo queda ser selectivos y vigilar de cerca la evolución de un sector que está entrando en una fase de agitación.