La inflación disparada podría estar llegando a su fin en Europa. Así lo consideran los expertos en un análisis macroeconómico elaborado por Invesco, que prevén que el endurecimiento de las condiciones financieras en Europa probablemente afecte al crecimiento del crédito y contribuya a reducir las presiones inflacionistas en los principales países europeos, incluyendo España. En […]
La inflación disparada podría estar llegando a su fin en Europa. Así lo consideran los expertos en un análisis macroeconómico elaborado por Invesco, que prevén que el endurecimiento de las condiciones financieras en Europa probablemente afecte al crecimiento del crédito y contribuya a reducir las presiones inflacionistas en los principales países europeos, incluyendo España.
En su informe '2023, perspectivas de inversión de mediados de año', el equipo de Invesco considera que "es probable que la Eurozona y el Reino Unido sigan una pauta similar a la de EE.UU., pero con un cierto retraso". Con respecto al crecimiento, prevén que en Europa haya "un crecimiento a corto plazo, pero que a lo largo del año la región volverá a sufrir desafíos específicos". Tanto la Eurozona como Reino Unido verán cómo se reducen sus presiones inflacionistas en los próximos meses debido al endurecimiento de las condiciones financieras. Es probable que tanto el Bank of England (BoE) como el Banco Central Europeo (BCE) sigan subiendo los tipos de interés, pero el tipo terminal del BCE será probablemente inferior al de EE.UU.
Los analistas de Invesco tienen una hipótesis principal respecto al futuro próximo de la economía. "Se prevé una desaceleración económica relativamente breve y superficial a medida que la inflación siga moderándose y el endurecimiento de la política monetaria se acerque a su fin, seguida de una recuperación. Consideramos este escenario como una desaceleración irregular, ya que se seguirán produciendo algunos daños económicos". Hay previsión de un escenario negativo, con "desaceleración dura" que afecte más al crecimiento mundial, y que produzca una recesión primero en Estados Unidos y luego en otras economías. Sin embargo, cabe resaltar la posibilidad de un escenario positivo de "desaceleración suave" en el que la política monetaria afecte al crecimiento menos de lo previsto y la economía mundial no sufra grandes daños.
En Estados Unidos se prevé que las subidas de tipos estén llegando a su fin y la inflación ya está bajando, aunque no de forma uniforme. En el horizonte cercano, se esperan unas perspectivas de crecimiento más positivas, conforme se vaya recuperando la economía. Las previsiones de una recesión de la economía estadounidense en los trimestres pasados no se han cumplido y es probable que el país se libre de una recesión profunda y generalizada.
Por último, la tercera gran región económica del mundo, China, se encuentra en un punto muy diferente de su ciclo, según los analistas de Invesco "La relajación de las restricciones por la COVID-19 ha impulsado una recuperación significativa, aunque desigual. La reapertura está beneficiando en gran medida al sector servicios, mientras que la ralentización del crecimiento mundial ha debilitado la actividad manufacturera más de lo esperado. No obstante, China sigue siendo un país prometedor, con una inflación moderada y buenas perspectivas de crecimiento", aseguran.
El equipo de especialistas de Invesco ha establecido tres posibles escenarios económicos a partir de ahora para la segunda mitad del año:
Se produciría un fuerte impacto en el crecimiento, con recesión primero en EE.UU. y posibles efectos indirectos en Europa. La inflación sigue cayendo; China y los mercados emergentes sufren por las repercusiones comerciales, pero evitan la recesión si se mantienen las demás condiciones.
En este escenario, se podrían considerar opciones más defensivas para obtener mejores resultados de inversión, como mantener la liquidez, la renta fija (bonos gubernamentales) o el oro.
El crecimiento se sitúa por debajo de la tendencia y se ralentiza a corto plazo, pero la recuperación se produciría a finales del segundo semestre de este año. La Fed interrumpiría en breve el endurecimiento de su política monetaria y podría recortar los tipos a finales de año.
La Eurozona y el Reino Unido seguirían la misma pauta, pero con retraso, y el BCE y el BoE seguirían subiendo los tipos. China continuaría su reactivación, con el sector servicios como principal motor de la recuperación y el sector manufacturero con peores resultados debido a la debilidad de la economía mundial. Prevemos que los valores defensivos se comporten mejor a corto plazo, pero, a medida que los mercados comiencen a descontar una recuperación económica, los valores cíclicos tendrían un mejor comportamiento. De esta forma, se podría invertir de forma preferente en renta fija (crédito corporativo de alta calidad), renta variable growth y quality y divisas como el euro, el franco suizo o el yen.
El endurecimiento afecta al crecimiento menos de lo previsto, y la inflación sigue una pauta similar a la de nuestra hipótesis principal. La inflación cae en la eurozona, pero más lentamente que en EE.UU. El ciclo continúa, aunque a un ritmo de crecimiento inferior al tendencial. China y los mercados emergentes se podrían beneficiar marginalmente, si se mantienen las demás condiciones.
Esperamos que los valores de mitad de ciclo obtengan mejores resultados. Los activos que se pudieran considerar preferentes para invertir aquí sería el crédito high yield, la renta variable europea, emergente, value y de pequeña capitalización, divisas como los dólares canadiense y australiano y materias primas, sobre todo metales.