A pesar de que la renta variable se sitúa por debajo de la media, e incluso en el nivel más bajo de la última década, Nordea Asset Management ve niveles atractivos para invertir en ella. “La renta variable global cotiza en un PER de 15, por lo que puede haber alguna oportunidad”. Así lo afirmó […]
A pesar de que la renta variable se sitúa por debajo de la media, e incluso en el nivel más bajo de la última década, Nordea Asset Management ve niveles atractivos para invertir en ella.
“La renta variable global cotiza en un PER de 15, por lo que puede haber alguna oportunidad”.
Así lo afirmó Carolina González de la Cruz, directora de ventas de Nordea AM, en uno de los ya tradicionales desayunos nórdicos, en los que la compañía suele exponer algunas ideas de inversión a los profesionales asistentes.
En cuanto a la renta fija, las rentabilidades son también atractivas, con algunos bonos europeos situándose en máximos de los últimos 10 años. La directora de ventas de Nordea AM destacó el interés de la compañía en los bonos de las economías emergentes, que se encuentran con rentabilidades del entorno al 8%-10%.
Carolina González inició su discurso volviendo la mirada hacia el año 2022 que acabamos de terminar, recordando que los mercados de bonos experimentaron una “gran ampliación” de las curvas tanto en Europa como en Estados Unidos y que los bancos centrales reaccionaron tarde, por lo que se vieron obligados a incrementar el ritmo de subida de tipos más de lo que se esperaba.
“La curva americana estuvo gran parte del año invertida, la alemana solo en la última parte del año”, añadió González.
Actualmente las curvas a ambos lados del Atlántico “prevén una recesión en los próximos meses”.
Sin embargo, la directora de ventas afirmó que, siguiendo las indicaciones del mercado de crédito, la recesión será leve, ya que el mini rally del crédito se ha extendido hasta lo que llevamos de año.
“En el caso de que se produzca una recesión, no va a suponer un aumento de los impagos”, añadió.
Asimismo, Carolina González advirtió que a pesar de que la Fed afirma nuevas subidas de hasta un 1,25%, el mercado espera que los tipos de interés acaben el año al mismo nivel que están hoy.
Es difícil prever lo que deparará el 2023 pero será un año en el que “no veremos un entorno de inflación baja y un crecimiento alto”, afirmó González.
Sin embargo, los buenos datos macroeconómicos y el invierno “benigno” que está permitiendo que Europa cuente con unas buenas reservas de gas y se produzca una menor presión alcista en sus precios, podrían revelar que la economía se comportará mejor de lo esperado.
En la última parte de la ponencia, Carolina González explicó para los asistentes dos ideas de inversión que podrían funcionar en un escenario en el que se está incrementando la posibilidad de entrar en recesión, ya que apuestan por cover bonds, renta fija de corta duración y renta variable de bajo riesgo. Se trata de los bonos Nordea 1 – Alpha 10 y Nordea 1 – European High Yield.