La quiebra de SVB y Credit Suisse desató el miedo en los mercados en el mes de marzo, pero la rápida actuación de la Reserva Federal, el Tesoro y el FDIC han contenido la crisis. Sin embargo, Pablo Gil, estratega jefe de XTB, cree que esto sienta una muy mala base de cara al futuro.
Lo primero que hay que entender es que el problema de SVB no tiene nada que ver con el problema de Credit Suisse. La única base común en ambos es la pérdida de confianza de sus clientes. Las medidas tomadas por parte de la Reserva Federal, el Tesoro estadounidense y el FDIC han conseguido devolver la calma a los clientes de los bancos. Pero existe otro problema de raíz que podría ser muy serio, y es que hay en marcha una migración o éxodo de clientes que sacan sus depósitos para invertir en renta fija de corto plazo o fondos monetarios. El motivo es que los bancos apenas remuneran las cuentas corrientes mientras que se puede obtener fácilmente y sin riesgo una rentabilidad superior al 4% en productos de renta fija en EE. UU. Lo más probable es que eso acabe por provocar un problema de solvencia en algún otro banco y que la industria en su conjunto entre en una guerra de depósitos con remuneraciones a sus clientes cada vez mayores que impactarán negativamente en los márgenes de intermediación.
Estamos muy mal acostumbrados desde la gran crisis financiera de 2008, ya que a cada problema se responde con un intervencionismo cada vez mayor por parte de las autoridades monetarias. Eso hace que se invite a asumir cada vez más riesgos, porque confiamos en la red de seguridad invisible que gobiernos y bancos centrales ponen bajo nuestros pies. La medida ha sido acertada para contener el riesgo presente, pero sienta muy mala base de cara al futuro.
En este momento los bancos centrales tienen que decidir a qué dan prioridad, o a la estabilidad de precios, es decir, a la lucha contra la inflación, o a la estabilidad del sector bancario. Parece difícil tratar los dos problemas de forma simultánea, ya que el primero de ellos necesita de política monetaria más restrictiva mientras el segundo pide a gritos relajación monetaria.
Powell espera que haya menos crédito disponible y a mayor coste a raíz de la crisis bancaria. Por ese motivo dice que tal vez tenga que subir menos las tasas de interés, ya que el tensionamiento crediticio hará parte del trabajo que de otro modo tendría que haber hecho la FED. En general creo que cualquier crisis en el sector de crédito es muy peligrosa porque vivimos en un mundo ultra endeudado y acostumbrado a que financiar esa deuda apenas ha costado nada hasta el año 2022.
Creo que están en mucha mejor posición que cuando estalló la crisis de 2008 o la crisis periférica de 2010-11. Pero el sistema financiero descansa sobre la base de la confianza y si la quiebras entonces todo puede ocurrir.
La gente ve mejor el corto porque con las curvas invertidas se obtiene mejor rentabilidad en bonos de corta duración que en los de larga duración. Pero la pregunta que debes hacerte es si prefieres percibir un 4% a dos años o un 3,4% a diez años. En lo que no tengo dudas es que no tocaría el "high yield" ni de lejos, porque creo que el diferencial que paga sobre los bonos de buena calidad no compensa en absoluto, y menos si crees que hay riesgo de recesión en EE. UU.
Oro, Renta Fija, Bolsa China, algo en Bitcoin e Inmobiliario siempre que no sea en sitios con burbujas muy extendidas, es decir, no querría estar invertido en vivienda en EE. UU., Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Alemania y países con esos precios.