2023 parece que será un año de cambio y de inflexión para el mundo cripto, ya que se espera la llegada de la regulación en Estados Unidos, y después irá Europa. Esto puede ser un condicionante fundamental para atraer el capital institucional, según cuenta Albert Salvany, Consultor Estratégico de Belobaba durante el tour de Madrid. […]
2023 parece que será un año de cambio y de inflexión para el mundo cripto, ya que se espera la llegada de la regulación en Estados Unidos, y después irá Europa. Esto puede ser un condicionante fundamental para atraer el capital institucional, según cuenta Albert Salvany, Consultor Estratégico de Belobaba durante el tour de Madrid.
Es complicado dar una fecha exacta, pero podemos ver un proceso similar al que vimos a finales de 2020. En ese periodo, la capitalización de los fondos cripto se multiplicó por cinco y hasta por diez. Desde ese momento la estructura del mercado ya ha cambiado. Ahora, podemos ver un retorno de capital después de haber entrado en modo ‘winter’ en estos activos. Este regreso del capital viene también impulsado por la regulación, que está cada vez más avanzada, especialmente en Estados Unidos. En el momento en el que haya una regulación sobre ‘stablecoins’ se podrá empezar a construir vehículos financieros sobre esa regulación, y ahí es donde quiera entrar el institucional.
La regulación es positiva porque va a facilitar la entrada del capital institucional. Luego habrá que ver hacia dónde se dirige y cómo se plantea la regulación. Pero de entrada se habla de que MiCa va a dejar fuera DeFi y NFT, es decir nacerá siendo obsoleta. Pero, va a ser un primer paso que estimulará al capital institucional para que entre. Y este capital tiene prisa por entrar porque se han dado cuenta del potencial de estos activos y porque los clientes cada vez lo demandan más.
Hay un punto de partida que no tenemos: el de considerar los activos digitales como un activo financiero con todas sus propiedades. Solamente se les considera activos financieros a efectos tributarios. Entonces tenemos ese problema, además de que blockchain no encaja con la regulación actual en materia de cómo se desarrollan las transacciones en este momento. El sistema no entiende cómo encajar esto en la regulación. Las regulaciones a nivel europeo van más adelantadas, pero en España se están esperando a MiCa para desplegar un nuevo reglamento. MiCa entrará en vigor en 2024, pero luego habrá que esperar a las adaptaciones nacionales.
Blockchain es un sistema de contabilidad distribuida, puedes tener una blockchain en una moneda que no sea un activo digital. Pero, existen las dos posibilidades para la banca. Seguramente, el sistema tradicional apueste por una integración de la tecnología. Blockchain les va a ofrecer muchas ganancias para optimizar ciertos procesos. De hecho, la banca ve mucho potencial en blockchain. El uso de esta tecnología y de la tokenización puede tener un ahorro de costes interno brutal. La cosa está mucho más avanzada de lo que parece porque tienen muy claro que aquí hay una ventaja competitiva brutal. Lo que están esperando es a tener una seguridad jurídica.
Puede haber entidades que opten por una blockchain pública, y otras que lo hagan por una privada. El problema de una blockchain privada es que no cuenta con la interoperabilidad de una pública, es decir que no puede interaccionar con otros bancos. Yo me inclino más por sistemas que sean más amplios. Igual puede que se cree una blockchain común para todos los bancos, muy similar al sistema Swift.
Este tema es muy controvertido. Van a ser dinero digital que utiliza como soporte la tecnología blockchain, pero no es un criptoactivo. El banco central podrá usar un botón para emitir o para quemar dinero porque es centralizado, esto no ocurre en otras criptomonedas. Es muy importante entender que no son criptoactivos.
Las CBDC no van a ser una competencia para Bitcoin o Ethereum. Tendremos la opción de tener unas dobles finanzas: una centralizada y una descentralizada. Probablemente, la Administración, cuando hagamos trámites, nos pedirá operar con una CBDC, pero es tan fácil como hacer el cambio.
Las CDBC son dinero programable. El que programa ese dinero podrá decidir si ese dinero te lo tienes que gastar antes de tres meses, si lo puedes utilizar en todas las zonas geográficas, si lo puedes usar solo para comprar determinados artículos… esto puede ser muy útil en algunos casos, por ejemplo, en el campo de la concesión de subvenciones. Pero, esto tiene un lado oscuro para condicionar y controlar todavía más a la población.