Con la primera subida de tipos aplicada por el Banco Central Europeo el pasado mes de junio de 2022 comenzaron a renacer dos productos que, hasta ese momento, habían caído casi en el olvido por la falta de rentabilidad. Se trata de los depósitos y de las letras del Tesoro. Los primeros siguen sin ofrecer […]
Con la primera subida de tipos aplicada por el Banco Central Europeo el pasado mes de junio de 2022 comenzaron a renacer dos productos que, hasta ese momento, habían caído casi en el olvido por la falta de rentabilidad. Se trata de los depósitos y de las letras del Tesoro. Los primeros siguen sin ofrecer una rentabilidad comparable a sus pares en Europa. De hecho, la rentabilidad media ofertada por la banca española es del 0,64% TAE, frente al 1,2% TAE del resto de la zona euro. Sin embargo, las letras del Tesoro sí se han vuelto mucho más interesantes.
Las letras del Tesoro son deuda que emite el Estado en el corto plazo – un periodo de tiempo inferior a 12 meses – y es considerado como uno de los productos más seguros del mercado. En el caso español, en la última subasta se emitieron a tres, seis, nueve y doce meses con diferentes rentabilidades.
Así las cosas, para el periodo de tiempo más corto, tres meses, la rentabilidad fue del 1,38%; para el rango de los seis meses subía hasta el 2,38%, para los nueve meses se elevaba ya al 2,59% y, para el mayor periodo, se situaba en el 2,99%.
Con ese escenario, el Tesoro recaudó 4.893,84 millones de euros. Sin embargo, la demanda conjunta se duplicó haciendo que los inversores colapsaran la página del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y formando colas frente al Banco de España para adquirir estos productos.
Además, alrededor de casi el 25% del mismo se colocó entre pequeños inversores, lo que da pistas sobre el apetito y búsqueda de rentabilidad por parte de los mismos. “Creemos que la rentabilidad que están ofreciendo estos productos a corto plazo es interesante para por lo menos compensar una parte de la pérdida de nuestro poder adquisitivo durante los últimos años”, comenta Juan José del Valle de la agencia de valores Activotrade.
“Este interés se explica porque activos de mucha calidad están teniendo muy buena rentabilidad especialmente en los cortos plazos”, explica Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía. “Para cualquier tipo de inversor, especialmente para el inversor retail, es un activo muy interesante”, sostiene.
En el caso de España, tiene todavía más sentido el interés por estas letras del Tesoro, “en España hay dos tipos de inversiones mayoritarias: el inmobiliario y el depósito. El depósito, a día de hoy, están pagando menos que las letras. Los más agresivos pagan un 2 con poco, mientras que la letra a año está al 3,1% en el mercado secundario. Es una rentabilidad excelente”.
La ventaja en estos momentos, según del Pozo, es “la máxima rentabilidad con mucha seguridad”. “Es un activo óptimo para rentabilizar puntas de tesorería”. Aunque, insiste el experto, que para el inversor que se enfoque más al largo plazo, “este no es su tipo de activo”
Una de las preguntas que muchos de estos ahorradores e inversores tan interesados en este producto, que el pasado mes de febrero batieron el record de demanda de letras del Tesoro, se hacen es sobre si estas rentabilidades seguirán creciendo en los próximos meses.
“Posiblemente durante el próximo trimestre dichas rentabilidades sigan subiendo sobre todo en la parte corta de la curva, debido a las expectativas de seguir subiendo tipos de manera considerable, sobre todo en Europa y Estados Unidos con posibles subidas de otros 50 puntos básicos en ambos casos en la próxima reunión de marzo. La letra a 6 meses en Estados Unidos alcanza rentabilidades superiores ya al 5%, niveles no vistos desde el pasado año 2007, o el italiano a 10 años en cotas cercanas al 4,5% anual. Si miramos también a lo que podríamos considerar un activo libre de riesgo como la deuda de Alemania, tenemos que su tramo entre 6 y 24 meses paga casi un 3% de rentabilidad anual en la actualidad, niveles tampoco vistos desde el pasado año 2008”, afirma del Valle.