Como se esperaba, la Reserva Federal subió los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión de julio. El rango objetivo para los tipos se sitúa ahora entre el 5,25% y el 5,50%, el nivel más alto en 22 años. Cambios menores en el comunicado de prensa y en las declaraciones de Jerome […]
Como se esperaba, la Reserva Federal subió los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión de julio. El rango objetivo para los tipos se sitúa ahora entre el 5,25% y el 5,50%, el nivel más alto en 22 años. Cambios menores en el comunicado de prensa y en las declaraciones de Jerome Powell reafirman el enfoque de la Fed de ir "reunión a reunión", dependiendo de los datos. Esto deja la puerta abierta a una nueva subida de tipos en septiembre. Entre los factores que probablemente empujen la decisión tomada en esta reunión se encuentran un impulso económico aún robusto (aunque moderado) y señales muy preliminares de cierta relajación en el mercado laboral. Lo más probable es que estos factores sigan pesando más que el avance de la desinflación. Parece que los banqueros centrales quieren mantener todas las opciones sobre la mesa, lo que también puede interpretarse como un signo de incertidumbre, sobre todo con respecto a su propia capacidad de previsión.
El principal mensaje de la reunión es, por lo tanto, que el enfoque de gestión de riesgos de la Reserva Federal sigue siendo el de pecar por exceso por el lado de los halcones en lugar de ceder demasiado pronto.
Quizá no tengamos que esperar hasta el 20 de septiembre para recibir más pistas. Hasta entonces se publicarán muchos datos y los banqueros centrales se reunirán en Jackson Hole a finales de agosto. Pero, por ahora, parece que Jay Powell y sus colegas no han visto la necesidad de emitir nuevas pistas, aparte de las que recibieron en junio. Esto también puede reflejar que los mercados actualmente valoran las futuras subidas de tipos bastante en línea con lo que la Fed ya les estaba guiando entonces.