Hasta ahora, PNC Financial Services cuenta con 34,8 millones de acciones ordinarias y preferentes de clase B de BlackRock, que tienen una valoración de mercado cercana a los 17.000 millones de dólares y, con esta desinversión, pone fin a una relación que inició en 1995.

El banco asegura que han revisado de forma constante las opciones para desbloquear el valor de esa inversión y, según su director ejecutivo, William S. Demchak, “creemos que ahora es el momento adecuado para hacer eso” porque significa un retorno sustancial de la inversión, mejora el balance de la entidad y deja a “PNC muy bien posicionada para aprovechar las posibles oportunidades de inversión que la historia ha demostrado que pueden surgir en mercados perturbados ".

Junto al beneficio económico de la venta, desde PNC Financial Services Group destacan que con ello eliminan “cualquier obligación regulatoria asociada con la propiedad de una gran posición en otra compañía de servicios financieros diversificada”. Sin embargo, en mente de todos está el contexto económico adverso, en el que los bancos estadounidenses se esfuerzan por reservar capital para hacer frente a posibles pérdidas.

Según explica el hasta ahora mayor accionista de BlackRock, junto a la oferta pública, los colocadores tendrán la opción de hacerse con un montante adicional de acciones de la gestora dentro de los 30 días posteriores al precio de la oferta. Además, BlackRock ha acordado recomprar 1.100 millones de acciones a PNC, siempre que se complete la oferta.