Los bonos soberanos son ahora una opción de mercado, a pesar de las caídas que han sufrido este tiempo atrás. Así lo han señalado este martes desde Amundi, que en rueda de prensa, se han mostrado partidarios de volver a entrar en este mercado, fundamentalmente a medida que están cambiando las perspectivas de crecimiento económico. […]
Los bonos soberanos son ahora una opción de mercado, a pesar de las caídas que han sufrido este tiempo atrás. Así lo han señalado este martes desde Amundi, que en rueda de prensa, se han mostrado partidarios de volver a entrar en este mercado, fundamentalmente a medida que están cambiando las perspectivas de crecimiento económico.
Una de las razones que han defendido y que sustentan su argumento es que, en este momento, los mercados y los bancos centrales están reaccionando agresivamente al entorno inflacionario. “La volatilidad de los tipos está aumentando y la visibilidad es escasa mientras se produce este cambio monetario y la historia de la estanflación gana terreno”, comentan desde la gestora.
El segundo punto que añaden es que los mercados están desplazando gradualmente su atención de la inflación al crecimiento, donde han matizado que la revalorización de las curvas de tipos está casi hecha, y la volatilidad de los rendimientos disminuye gradualmente. “La preocupación por el crecimiento afecta al crédito de baja calidad”, puntualizan sus expertos.
El otro punto clave, el tercero, es la normalización o menor incertidumbre que tiene ahora el mercado sobre la la inflación futura, el crecimiento y las políticas monetarias de los bancos centrales, algo que suprime la volatilidad de los tipos. “Los diferenciales de crédito se reajustan completamente, ofreciendo puntos de entrada atractivos en un contexto de mayor dispersión”, concretan.
La gestora ha matizado además que esta posición positiva hacia los bonos se basa en que los rendimientos de la deuda pública en los principales mercados han subido fuertemente este año, en un momento de alta inflación y una endurecida política monetaria más reciente, tanto por parte de la Reserva Federal como del Banco Central Europeo. “El aumento de los tipos terminales tanto en EE.UU. como en la eurozona, en comparación con el final de junio, muestra que el elemento de la inflación domina la retórica de la política monetaria de los bancos centrales sobre el dilema crecimiento vs. inflación. Sin embargo, el riesgo de recesión podría requerir un enfoque más equilibrado or parte de estas entidades de cara al futuro”, insisten desde Amundi.
Y es que mirando hacia el viejo continente, tan castigado con la Covid y la guerra en Ucrania, la gestora ha marcado este martes un punto de inflexión, e indican que es momento de volver a mirar a los mercados de bonos europeos, aportando como argumento base los rendimientos masivos de revalorización en Europa.
Así lo ha indicado Amaury d’Orsay, director de renta fija de Amundi, que ha especificado también que se debe ser cauto con los activos de riesgo y que se posiciona favorable hacia aquellos bonos ligados a la inflación.
Fuente: Amundi
“En Europa, el diferencial de rendimiento entre la renta variable y la renta fija sigue siendo positivo, pero también muy por debajo de su media de cinco años”, ha concretado.
Fuente: Amundi
En lo que respecta a Estados Unidos, Amundi ha destacado el poco recorrido que tienen ya en este momento los bonos del Tesoro. "Los tipos de interés a largo plazo están cerca de un pico y esa es una de las razones por las que nos hemos vuelto más positivos”, ha declarado en la conferencia Ken Taubes, director de inversiones de Amundi en EE.UU.
Por su parte, Yerlan Syzdykov, responsable de Mercados Emergentes de la gestora francesa, ha precisado que hay un crecimiento bastante diferenciado entre las economías y mercados de esta categoría, y ha querido destacar que el papel que ha jugado en ello la estricta política Covid-0 de China y la fragmentación entre países ante la problemática de la guerra en Ucrania.
“La desaceleración de China ya ha afectado a las economías asiáticas y a algunos exportadores de materias primas. Por otro lado, las áreas cercanas a la zona de conflicto y los importadores netos de energía han experimentado las principales consecuencias de la guerra en curso. Ambos factores han reforzado la fragmentación del espacio de los mercados emergentes”, ha expresado el experto.
Pero sobre China y el interés que pueden tener los inversores hacia los bonos soberanos de la potencia asiática, el entendido precisa: “El diferente marco de política monetaria entre China y otros bancos centrales ha contribuido a la estabilidad de los bonos en comparación con otros bonos soberanos, lo que ha provocado algunas salidas debido a la reducción del diferencial. La moderación de la inflación en China podría contribuir a que la política monetaria siga desacoplándose, lo que hace que los bonos chinos sigan siendo interesantes para los inversores mundiales”.