2020 está siendo un año sin precedentes en muchos sentidos. La pandemia generada por la COVID-19 ha dado lugar a una crisis económica que ha obligado a los bancos centrales y a los gobiernos de todo el mundo a sacar toda la artillería disponible y poner en marcha el mayor plan de estímulos visto hasta […]
| 15 nov 2020
2020 está siendo un año sin precedentes en muchos sentidos. La pandemia generada por la COVID-19 ha dado lugar a una crisis económica que ha obligado a los bancos centrales y a los gobiernos de todo el mundo a sacar toda la artillería disponible y poner en marcha el mayor plan de estímulos visto hasta el momento. La masa monetaria ha crecido notablemente y según el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle, “los mercados están inundados de liquidez”. Precisamente, esta liquidez es la que ha provocado que las bolsas paliaran las fuertes caídas registradas durante los meses de marzo y de abril. En este mismo sentido, la política monetaria que ha situado los tipos de interés en el 0% en las principales economías del mundo está generando una caída de la rentabilidad de los bonos que repercute directamente en una mayor demanda de otros tipos de activos.
Con este escenario, las gestoras se han visto en una situación complicada en la que han tenido que actuar rápido a la hora de sacar nuevos productos que satisficiesen la demanda de los clientes. La mayoría de ellas han apostado por dos principales vertientes: la inversión socialmente responsable y la creación de productos temáticos que aprovechen las tendencias ganadoras del mercado en el largo plazo.
Si hay una apuesta clara dentro del mundo de la inversión es la Inversión Socialmente Responsable (ISR) que consiste en invertir bajo los criterios Ambientales, Sociales y de buen Gobierno (ASG). Los inversores han aumentado las aportaciones a los productos que invierten bajo esta premisa y las gestoras también se han sumado a esta tendencia.
“Hemos puesto en marcha dos fondos temáticos de ESG en los ámbitos de la infraestructura de NextGen y la reducción de carbono. DWS Invest ESG Next Generation Infrastructure, un fondo que proporciona acceso líquido a la infraestructura líquida y a los activos inmobiliarios que cumplen con nuestros estándares ESG y, son necesarios para conectar y hacer avanzar el mundo”, señala Dr.Oliver Plein, Global Head of Investment Specialists ESG en DWS.
Amundi también ha lanzado productos bajo estos criterios. En lo que respecta a la gestión activa, uno de los lanzamientos más relevantes del año en la gestora ha sido el del fondo CPR Invest- Social Impact por parte de CPR Asset Management, el centro especializado en renta variable temática de Amundi, un fondo dedicado a abordar la desigualdad social. Mientras que la línea de negocio de ETF, Indexados y Smart Beta de Amundi ha estado completamente alineada con este compromiso y ha situado la inversión responsable como una de sus prioridades estratégicas en términos de desarrollo de producto.
En el segmento de Renta Fija, donde aún queda margen para la innovación, este año Amundi ETF ha lanzado AMUNDI INDEX EURO AGG SRI UCITS ETF DR – EUR, que proporciona a los inversores una solución innovadora y sostenible de inversión en renta fija denominada en euros que abarca tanto los mercados de bonos gubernamentales como corporativos. Basado en una metodología ISR personalizada.
Otra gestora que también apostó por lo sostenible fue Muzinich, que lanzó Muzinich Sustainable Credit Fund. La estrategia del fondo ha virado además para tener un foco mucho más pronunciado en la lucha contra el cambio climático. El cambio responde a la creciente demanda percibida por Muzinich de acción sobre el cambio climático en comparación con el momento de la creación de la estrategia hace casi diez años, cuando pocos inversores estaban tan centrados en el cambio climático como ahora.
2020 dentro del mundo de la inversión parece estar teñido de color verde. Según la última encuesta de la consultora EY, el 97% de los inversores tiene en cuenta la información no financiera de las empresas en sus decisiones de inversión y el 89% cree que las cuestiones ESG son más valiosas en momentos de volatibilidad y corrección de los mercados. Una visión que encuentra respuesta en el trabajo que están desempeñando las gestoras.
“En este último año, nuestro compromiso con la inversión socialmente responsable nos ha llevado a actuar en tres líneas: con el lanzamiento de nuestro primer fondo de impacto multiactivo, el AXA WF Multi Asset Optimal Impact, que invierte en valores que demuestren un impacto social y medioambiental positivo con un enfoque particular en el medio ambiente, especialmente el cambio climático, así como en temas sociales como la salud y el capital humano; la ampliación de nuestra política de votación por diversidad de género, con el fin de mejorar nuestra influencia en las empresas a nivel mundial para mejorar los estándares de gobernanza; y la potenciación de nuestro enfoque en la biodiversidad, que ganó más ímpetu a medida que comenzó el verano al anunciar que habíamos reunido firmas de inversores que representan más de 6 billones de euros en activos gestionados para apoyar la creación de un marco de medición del impacto de la biodiversidad”, explica Beatriz Barros de Lis, directora de AXA IM en España.
Por su parte, desde All Funds también confirman haber redoblado su apuesta por la inversión ASG. “Este año, Allfunds ha firmado los Principios de las Naciones Unidas para las Inversión Responsable y, en consecuencia, se ha comprometido a integrar los factores ESG en sus servicios de inversión”, señalan. “En la actualidad, nuestros clientes utilizan alrededor de 100 recomendaciones de fondos sostenibles (activos y pasivos) en todas las clases de activos. Además, hemos seguido desarrollando nuestra herramienta de selección de fondos "Digital Selector", en la que los inversores pueden seleccionar productos de inversión según sus requisitos de sostenibilidad”, comentan.
Más allá de los sostenible, que es sin duda una tendencia de futuro que seguirá creciendo todavía más cuando la Comisión Europea implante las normativas en las que está trabajando desde hace varios meses, hay otras inversiones temáticas que han destacado en este 2020 y que las gestoras han apostado por ellas. “Los cambios estructurales a largo plazo que están produciéndose en todos los sectores de la economía mundial plantean retos singulares, tanto a los clientes como a los gestores de fondos”, advierte Sophie del Campo, directora general de Natixis IM para Iberia, Latam y US Offshore.
Entre esas tendencias estrella de este año destacan Subscription Economy (economía de subscripción) y Safety (seguridad). “Por un lado la economía de la suscripción es una tendencia creciente basada en nuevo modelo económico basado no en la propiedad, sino en el acceso y el uso del producto, que es algo que cualquier inversor ve fácilmente. Y lo mismo ocurre con la seguridad, distintos niveles de seguridad están presentes en nuestra vida particular y profesional en todo momento. Por otro lado, la seguridad es tan relevante que, en un entorno potencialmente negativo desde un punto de vista económico, la seguridad es un aspecto en el que ninguna empresa se plantea recortar gastos”, comenta del Campo.
Para la directora general de AXA IM en España, “Hace ya unos años que los equipos gestores identificaron cinco temáticas de inversión que concentran la mayor parte del crecimiento económico: los procesos de automatización y la robótica, la economía digital o el consumidor conectado, las energías y tecnologías limpias, las sociedades en transición y la longevidad de la población impactan de manera sustancial el crecimiento y en la economía”, señala. Por tanto, asegura que siguen apostando por esa misma línea.
Desde All Funds comentan que en este 2020 “nuestros clientes han estado particularmente interesados en los fondos temáticos que invierten en empresas que podrían beneficiarse de la actual pandemia provocada por el COVID-19. Se trata de temas como la digitalización y la automatización, las tecnologías disruptivas y la inteligencia artificial”.
Por su parte, Furio Pietribiasi, Consejero Delegado de Mediolanum International Funds (MIFL), señala que este año han lanzado el Mediolanum Global Demographic Opportunities, un producto vinculado a las acciones que se centra en la inversión en empresas que se benefician de las tendencias de crecimiento estructural a largo plazo impulsadas por los cambios demográficos que, en el futuro, influirán en nuestro planeta, como es el caso de la ‘Silver economy’, los nuevos consumidores, o el crecimiento de la población.
Finalmente, Plein de la gestora DWS insiste en las temáticas verdes como principales estrellas del 2020. “Destaco las estrategias orientadas al impacto, centradas en los ODS de la ONU, los bonos verdes o los verdaderos líderes de los ESG y, en segundo lugar, las estrategias relacionadas con el clima en varias áreas. Esto puede ser la reducción de carbono. Gestión de riesgos relacionados con el clima, las reservas de tecnología o la resistencia climáticas”, asegura.
