Pimco cree que, tras las discusiones que dejaron sobre la mesa las diferencias entre los países miembro de la eurozona, el plan acordado por 540.000 millones de euros ha decepcionado. A juicio de Nicola Mai, analista de crédito soberano de la firma, tiene que lidiar con una producción de la zona euro que se espera […]
Pimco cree que, tras las discusiones que dejaron sobre la mesa las diferencias entre los países miembro de la eurozona, el plan acordado por 540.000 millones de euros ha decepcionado. A juicio de Nicola Mai, analista de crédito soberano de la firma, tiene que lidiar con una producción de la zona euro que se espera que “disminuya en casi un 10% este año”, además de con un importante aumento del desempleo (calcula que de casi el 4%) y del déficit fiscal (estima que por encima del 10% en la mayoría de los países). “Los detalles sugieren que es insuficiente y deja la carga de la gestión de crisis en manos de los gobiernos nacionales y el Banco Central Europeo (BCE). Si bien el BCE tiene el poder de fuego para estabilizar la región durante algún tiempo, la continua falta de coordinación política significa que la región seguirá siendo frágil”, asegura.
El plan acordado por los ministros de finanzas de la eurozona incluye 240.000 millones de euros en préstamos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para gastos sanitarios, un servicio de préstamos a bajo coste de la Comisión Europea por valor de 100.000 millones de euros para financiar planes de desempleo y un aumento de 25.000 millones en fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Esto último, explica Mai, al apalancarse, “podría proporcionar 200.000 millones en financiamiento para empresas”. Sin embargo, Pimco considera que el paquete es poco convincente en relación con la escala de la crisis y critica varios aspectos.
Críticas de Pimco
Entre ellos, que en la instalación del Mecanismo Europeo de Estabilidad, los estados “puedan pedir prestado hasta el 2% de su PIB respectivo, no una cantidad particularmente alta”. Además, la firma destaca que “las garantías por valor de 25.000 millones de euros que podrían aprovecharse para proporcionar préstamos por valor de 200.000 millones de euros palidecen frente al compromiso de casi 2 billones de euros ya implementado por los gobiernos nacionales”. Junto a ello, destaca que los otros 100.000 millones de euros comprometidos, es decir, menos del 1% del PIB de la zona del euro, “son muy pequeños en comparación con lo que realmente se gastará para ese fin”.
Desde la gestora afirman que tanto el recurso al MEDE como a las herramientas de la CE “son herramientas de financiación, no transferencias y aumentarán los niveles de déficit y deuda de los países”.
Para Pimco, la falta de un compromiso firme deja “a los gobiernos de los países periféricos más débiles con dudas sobre la duración y la coherencia del apoyo que reciben” y alerta de que puede aumentar el euroescepticismo en Italia y España. Además, creen que “el deterioro macroeconómico que esperamos significa que el BCE probablemente tendrá que renovar su compromiso de estabilizar la región en algún momento”.