Las bolsas se nutren del sentir económico en gran parte: previsiones de crecimiento, evolución empresarial, amenazas exteriores, políticas monetarias, dinámica del mercado laboral… Un sinfín de factores que ejercen su influencia en los índices mundiales de mayor relevancia y que en los últimos años han llevado a las plazas más importantes a constatar niveles de […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2018
Las bolsas se nutren del sentir económico en gran parte: previsiones de crecimiento, evolución empresarial, amenazas exteriores, políticas monetarias, dinámica del mercado laboral… Un sinfín de factores que ejercen su influencia en los índices mundiales de mayor relevancia y que en los últimos años han llevado a las plazas más importantes a constatar niveles de récord. Especialmente en Estados Unidos. Con este guion lo más sencillo sería pensar en una corrección severa como la que comenzara a gestarse en el año 2007. Todo lo que sube tiende a evaporarse. Es el ciclo que ya se ha visto en múltiples situaciones. Sin embargo, se reúnen las principales características para que los mercados prosigan su senda alcista, el menos un ejercicio más, tal y como señalan la mayoría de los expertos. Uno de los puntos a seguir es las estimaciones sobre las ventas y beneficios de las compañías. El avance en esta línea es vital para el devenir de las bolsas. En opinión de Diego Jiménez-Albarracín, Responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank “el avance de la economía mundial, la política monetaria todavía acomodaticia de los bancos centrales y el efecto positivo de la reforma fiscal en Estados Unidos deberán impulsar los beneficios corporativos”. Francis Scotland, responsable global de estrategia macroeconómica, Brandywine Global, parte de Legg Mason, constata que la tendencia dominante que moldeará el panorama de inversión a medida que nos acercamos a 2018 será “la amplitud, profundidad y fortaleza de la actual expansión económica”, que, en su opinión, “reemplazará por completo las persistentes perspectivas de represión financiera y estancamiento estructural”. Por tanto, el escenario central para 2018 como resultado de todo este clima de ciclo aún positivo es que los retornos de los precios retrasarán ligeramente el crecimiento de las ganancias, lo que permitirá un aterrizaje suave en los múltiplos por valoración. Varun Ghotgalkar, estratega del equipo de research de AXA IM, comenta a este respecto que se debería esperar que la renta variable global rinda “entre un 5% y un 10%” más arriba. También coincide Luke Newman, gestor del fondo Henderson Gartmore UK Absolute Return de Janus Henderson, en el mismo argumento, puesto que ve que este año puede haber continuidad con trazos alcistas que ya dejó el 2017, pero con “una gran excepción”. El desglose en la correlación que hemos visto entre precios de acciones y mercados de bonos “dará a los selectores de valores una gran oportunidad, especialmente en la parte corta de la cartera”. Para leer el reportaje completo suscríbase a la revista Dirigentes online