El turismo de invierno cada día tiene más seguidores en nuestro país. Se aprovecha al máximo el tiempo libre para viajar y descubrir nuevos lugares de interés en la geografía nacional. Pueblos que en muchas ocasiones pasan desapercibidos y que sin embargo por su ubicación o conservación mantienen su encanto natural. Los fines de semana […]
Dirigentes Digital
| 07 feb 2018
El turismo de invierno cada día tiene más seguidores en nuestro país. Se aprovecha al máximo el tiempo libre para viajar y descubrir nuevos lugares de interés en la geografía nacional. Pueblos que en muchas ocasiones pasan desapercibidos y que sin embargo por su ubicación o conservación mantienen su encanto natural. Los fines de semana o los puentes son perfectos para realizar pequeñas escapadas y conocer estos pueblos mágicos. Pasear por sus calles, codearse con la población local y degustar lo mejor de la gastronomía de la zona. Prepara tu maleta de invierno, a continuación te proponemos una pequeña selección de los pueblos españoles que según nuestro criterio, merecen ser descubiertos y fotografiados. Pueblos o ciudades que son fieles a la tradición y conservan cuidados empedrados, colores representativos en las fechadas y la esencia de la zona 1.Ezcaray, pequeña localidad en la provincia de La Rioja El invierno es la época perfecta para visitar este pequeño pueblo de la Rioja Alta. Ideal para practicar deportes invernales en la estación de esquí muy próxima al pueblo o recorrer sus calles empedradas y sus pequeñas plazoletas porticadas, donde degustar los mejores platos y vinos de la zona. Siéntate a la mesa del prestigioso chef Francis Paniego, uno de los más reconocidos en nuestro país y descubre su cocina. Una localidad con una larga tradición en la fabricación de paños, en la actualidad todavía quedan vestigios de esta industria como la Real Fábrica de Paños, actualmente reconvertida en albergue. 2. Patones de Arriba, arquitectura negra en estado puro muy próximo a la ciudad de Madrid Esta pequeña localidad, ubicada en la provincia de Madrid, forma parte del municipio de Patones. En un enclave privilegiado este pequeño pueblo goza de una vistas de lujo, montañas rocosas, rodeado de vegetación. Pasear por las calles de Patones de Arriba permite descubrir al visitante la tradicional arquitectura negra, signo distintivo de muchos de los pueblos del interior, caracterizada por la pizarra como el elemento principal de la construcción, en la zona abunda esta roca. Uno de los atractivos del pueblo es su comida típica castellana, sentarse a degustar un plato de cuchara como las deliciosas migas acompañadas con uvas o huevos, la sopa castellana, los judiones, continuando con un delicioso cordero lechal al horno en los restaurantes con un encanto especial de la zona. 3. Frigiliana, destello y luz en las calles del municipio malagueño Andalucía es una de las provincias de España que atesora arte y cultura en sus calles, con capitales de provincia como buque insignia de su patrimonio artístico. Sin embargo, esconde pequeños municipios desconocidos que cada vez tienen más visitantes enamorados de sus callejuelas y estampas típicas de la zona, como los tradicionales pueblos blancos. Localidades con un aura especial, verdaderos pinturas donde el blanco se ensambla a la perfección con las coloridas flores de los balcones. Frigiliana es una clara muestra viva de la zona. Es el único pueblo de la provincia de Málaga incluido entre los más bellos de España. Paseando por sus sinuosas callejuelas encontrarás pequeñas tiendas de artesanía dedicadas al esparto, arcilla, cristal, lana o a los productos locales. Si hablamos de gastronomía, no podemos olvidarnos de su producto estrella la miel de caña, que marida a la perfección con las tradicionales berenjenas con miel de caña. Un pueblo que no deja indiferente a sus visitantes. 4. Pedraza, una villa medieval en la provincia de Segovia Considera una de las villas medievales mejor conservadas a nivel nacional, la población de Pedraza traslada al visitante a otra época, por un instante el turista se siente embriago por el aura señorial de la fortaleza medieval, viviendo un auténtico historia de caballeros y princesas. La localidad es reconocida por su cada vez más famosa noche de las velas, en el mes de julio, el pueblo se ilumina únicamente con la luz tenue y cálida de miles de velas, creando una estampa digna de ser fotografiada. La gastronomía es uno de los puntos fuertes de la zona, visitar Pedraza va unido a una experiencia culinaria de la mano de su tradicional cochinillo segoviano. 5. Candelario, conjunto Histórico Artístico en la provincia de Salamanca Un pueblo enclavado en las laderas de la sierra conocida con el mismo nombre del municipio. Un enclave peculiar que por su posición geográfica, generará un visita placentera a la par que cansada. Una villa donde descubrir rincones con una estética especial. Calles estrechas con recovecos que sorprenden y causan una muy buena impresión al visitante. Un elemento muy característicos son las pequeñas canales o regaderas situadas en las calles por las que discurre agua cristalina proveniente de las nieves de la sierra) . En esta zona el plato fuerte a nivel gastronómico, son sus embutidos y diferentes recetas que tienen como ingrediente principal el cerdo.