Como suele pasar en la mayoría de las ocasiones, hasta que no se le ven las orejas al lobo, nadie se preocupa. Este ha sido el caso de los certificados energéticos y la picaresca que ha rodeado a la nueva normativa. Por ello desde algunas comunidades autónomas han decidido hacer públicas las sanciones económicas que […]
Dirigentes Digital
| 23 mar 2015
Como suele pasar en la mayoría de las ocasiones, hasta que no se le ven las orejas al lobo, nadie se preocupa. Este ha sido el caso de los certificados energéticos y la picaresca que ha rodeado a la nueva normativa. Por ello desde algunas comunidades autónomas han decidido hacer públicas las sanciones económicas que están recibiendo todos aquellos que han querido ahorrarse este sobre coste.
Eso sí, como cabe esperar, las penalizaciones que se están aplicando varían en función del delito cometido. Así, aquellos que han arrendado o vendido su vivienda sin disponer del certificado energético correspondiente son sancionados con unos 600 euros.
Sin embargo, si se ha ido un paso más allá y se ha falsificado este documento, la multa es de entre 2.000 y 6.000 euros.
Pero estas sanciones no sólo son aplicables a los propietarios, también los certificadores que han manipulado sus credenciales como técnicos homologados están recibiendo dichas penalizaciones.
¿Cuánto cuesta un certificado energético oficial?
Enfrentarse a estas sanciones administrativas no merece la pena si se tiene en cuenta el precio de un certificado energético. Para hacerse una idea, adquirirlo para un piso de entre 50 y 100 m2 ubicado en Madrid cuesta entre 45 y 150 euros, según fuentes de Certicalia.
Además, este documento es una guía para mejorar la eficiencia de la vivienda, lo cual haría que el inmueble se revalorizara de cara a su venta. Y es que al final, por mucho que se quiera ahorrar en las facturas de luz y gas, si la vivienda no está bien acondicionada es una batalla perdida. Por lo tanto, antes de buscar soluciones a corto plazo, es importante revisar que la casa sea eficiente y requiera el mínimo gasto energético para ser confortable para toda la familia.