Las preocupaciones en torno a la ‘salud’ de la economía global han vuelto, en un entorno de incertidumbre que agrava los temores y la debilidad de los activos de riesgo. Y es que, el último Informe de Empleo de Estados Unidos arrojó la menor creación de puestos de trabajo desde 2010, mientras el ISM no […]
Dirigentes Digital
| 13 jun 2016
Las preocupaciones en torno a la ‘salud’ de la economía global han vuelto, en un entorno de incertidumbre que agrava los temores y la debilidad de los activos de riesgo. Y es que, el último Informe de Empleo de Estados Unidos arrojó la menor creación de puestos de trabajo desde 2010, mientras el ISM no manufacturero cayó a su nivel más bajo desde 2014. Mientras, las señales desde China siguen siendo ‘ambiguas’ y las encuestas empresariales sugieren que el crecimiento de la Zona Euro se desacelerará en el segundo trimestre.
Al mismo tiempo, autoridades y expertos advierten sobre los excesos del mercado, el riesgo que supondría la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE a la cabeza apuntando al golpe que recibiría la economía mundial en este supuesto. Analistas y gestores siguen apostando por el Bremain, pero las últimas encuestas que dan ventaja a los partidarios de la no permanencia preocupan, y mucho.
Andrew Kenningham, de Capital Economics, resta importancia a estos temores y cree que los activos financieros están ‘sobrerreaccionando’. Explica que la pérdida de momentum norteamericana no es el comienzo de una nueva recesión, mientras que los peores escenarios en el gigante asiático, el ‘aterrizaje forzoso’, o una devaluación masiva del yuan, están prácticamente descartados. El Viejo Continente, por su parte, no sucumbirá: la mejora del PIB será más fuerte y "las consecuencias del Brexit (si realmente se produce) serían inferiores a lo que muchos temen".
Explica la firma que la caída de las rentabilidades de la deuda "probablemente refleja las menores expectativas de tipos en Estados Unidos". Si bien, como su apuesta pasa porque la Fed reanude su ajuste antes de finales de año, y los temores en torno a Reino Unido deberían "desvanecerse sea cual sea el resultado de la consulta, anticipamos que el rendimiento de los bonos se recuperará".
Por su parte, Simon Fasdal, jefe de estrategia en renta fija de Saxo Bank, sí cree que "las cosas se están empezando a poner bastante feas", por lo que los inversores necesitan "posicionarse en otras clases de activos frente a las acciones o el dinero en efectivo. Es más caro y, quizá, una posición algo arriesgada, pero también necesaria para preservar el capital si hay Brexit. El riesgo se encuentra en el mercado de bonos a la baja y es bastante alto, por lo que habría que empezar a buscar posiciones cortas, ya sea de forma directa o con opciones".
Al mismo tiempo, el Departamento de Análisis de Bankinter cree que "tanto esta semana como la próxima serán de tensión en aumento, de amor creciente por los bonos (las compras del BCE ayudan también), de retrocesos de Bolsas (nadie las quiere en estas circunstancias) y de apreciación del yen, que volverá a actuar de refugio visceral en este contexto". Así, creen que "muy probablemente veremos el bono a 10 años alemán caer por debajo de los niveles actuales. Los bonos periféricos se podrían comportan de forma similar por lo que también veremos aumentos de precio".
Finalmente, para Ethenea aunque la renta fija europea se encuentra ya en unos niveles de "rendimiento que no ofrecen ninguna relación razonable con los riesgos", si la política monetaria de Estados Unidos vuelve a la normalidad, "las inversiones en el tramo largo de la curva de tipos reaccionarían de manera positiva, pues significaría que la Fed enía la situación bajo control, y las inversiones en los tipos estadounidenses parecerían muy atractivas comparado con otros países".