Resulta extraño que esta decisión se produzca justo cuando el organismo monetario ha hecho mayor énfasis en la ralentización del crecimiento, rebajando sus previsiones para 2015 a entre el 2,3% y el 2,7%, frente al la horquilla del 2,6% y el 3% que estimaba en diciembre pasado. Según ha explicado Yellen en rueda de prensa, […]
Dirigentes Digital
| 18 mar 2015
Resulta extraño que esta decisión se produzca justo cuando el organismo monetario ha hecho mayor énfasis en la ralentización del crecimiento, rebajando sus previsiones para 2015 a entre el 2,3% y el 2,7%, frente al la horquilla del 2,6% y el 3% que estimaba en diciembre pasado. Según ha explicado Yellen en rueda de prensa, las condiciones económicas globales frenan el crecimiento del país, y ha mencionado la fortaleza del dólar y su impacto en las exportaciones y una inflación a la baja.
En este sentido, son precisamente el mercado laboral y la inflación pasan a tener un mayor protagonismo a la hora de decidir cuándo será la primera subida de tipos. "El Comité considera que será apropiado elevar los tipos de interés cuando haya una mayor mejoría en el mercado laboral y sea razonable que la inflación se sitúe en el medio plazo en el objetivo del 2%", explica el comunicado del FOMC.
Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al comunicado, y a pesar de la insistencia de los periodistas, la presidenta del organismo, Janet Yellen, no ha querido dar cifras específicas de desempleo e inflación para iniciar la subida de los tipos de interés. De hecho, durante la rueda de prensa ha indicado que "sólo porque hemos retirado la palabra paciente del comunicado no significa que vayamos a ser impacientes".
La Fed ha querido tranquilizar al mercado asegurando que la posible subida de tipos no se realizará en la próxima reunión del 29 de abril. Y Yellen asegura además que este movimiento, tampoco se producirá necesariamente en junio, "aunque no se puede descartar. Hay que recordar que esta sería la primera subida de tipos desde junio de 2006, y la primera vez que se mueven de la horquilla del 0-0,25% en la que se mantienen desde diciembre de 2008.
Todo hacía prever que el mercado se tomaría mal el discurso de la Fed. Sin embargo, las subidas en Wall Street siguen su curso y, de hecho, el dólar se ha depreciado frente al euro. Los expertos consideran que esta reacción se debe a la previsión de una inflación controlada, que permitirá a la Fed subir los tipos sin prisa. Según las previsiones del organismo, la inflación se situará este año entre el 0,6% y el 0,8%, desde el 1% y el 1,6% estimado inicialmente. En 2016, la cifra se situará entre el 1,7% y el 1,9%, para subir en 2017 al 2%. Por su parte, el banco central también ha mejorado sus previsiones sobre el mercado laboral, estimando que el paro caerá entre el 5% y el 5,2%, para 2017 continuar en un rango de entre el 4,8% y el 5,1%.
Para José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, "sólo cuando la Fed tenga pocas dudas sobre la solidez de la recuperación y advierta de los riesgos para la inflación, se iniciará realmente la escalada de los tipos de interés". La pregunta ahora es, ¿hasta qué nivel? "Lo veremos con el tiempo, aunque parece más que probable que el techo en los tipos pueda estar más cerca del 2,5-3,0 % que del 3,5-4,0% que ha sido coherente desde una perspectiva de largo plazo". E insiste: "cuando la Fed hable de la subordinación a los datos económicos sin duda estará pensando en el slack económico".
Respecto a la reacción en el mercado, y profundizando en el comportamiento de las bolsas, los expertos de Bankinter recuerdan que en los anteriores ciclos de subidas de tipos (1994, 1999 y 2004) la renta variable no se comportó mal. "Sí registró caídas en los tres primeros meses tras el inicio del ciclo de alzas pero en los trimestres siguientes se recuperó y anotó ganancias netas. Al fin y al cabo, la normalización de la política monetaria supone una confirmación de la fortaleza de la economía americana", aseguran.