El iShares MSCI Turkey, ETF de la división de gestión pasiva de BlackRock que replica el índice mencionado, ha subido más de un 9% en mes y medio (desde mediados de diciembre hasta finales de enero). Los datos no son lo suficientemente positivos para un inversor que hubiera entrado a principios de 2013, año en […]
Dirigentes Digital
| 04 feb 2015
El iShares MSCI Turkey, ETF de la división de gestión pasiva de BlackRock que replica el índice mencionado, ha subido más de un 9% en mes y medio (desde mediados de diciembre hasta finales de enero). Los datos no son lo suficientemente positivos para un inversor que hubiera entrado a principios de 2013, año en que el índice, en euros, se desplomó un 29,7%.
La economía turca creció entonces un 4%, pero aun así había síntomas que no gustaban a los inversores, que recogieron beneficios tras un año con un rally de vértigo (62,3% en euros en 2012). La inflación, lejos del objetivo del Banco Central, el déficit por cuenta corriente que superó el 7% del PIB en 2013 con el castigo de tener que importar cada vez más energía, y la dependencia de flujos externos castigada por la situación de la Unión Europea fueron algunos de los factores que repelieron a los inversores en 2013.
Este escenario ha cambiado radicalmente. La balanza comercial ha estado lastrada por la necesidad de importar energía, con un incremento del déficit a pesar de duplicar las exportaciones en una década. "El Gobierno de Turquía se ha comprometido a reducir su déficit público, mientras su banco central mantiene los tipos de interés en niveles relativamente elevados", indica Maarten-Jan Bakkum, estratega de renta variable de mercados emergentes en ING Investment Management. Pero "Turquía todavía no ha adoptado reformas sólidas para reducir su déficit por cuenta corriente estructuralmente", agrega. Mientras, a falta de políticas estructurales, "la caída de los precios de la energía alivian el peso del déficit por cuenta corriente para la economía turca", recuerdan en Credit Suisse.
La inflación sigue lejos de su meta (5%), pero ha cedido, lo que es una buena noticia. En 2014 el IPC fue del 8,2%, y en enero ha sido del 7,2% interanual. Mientras que la QE europea puede mejorar de forma indirecta las facilidades de financiación en el país. El crecimiento del PIB esperado por el FMI es del 3% para 2015 y del 3,7% en 2016.
Los expertos esperan un crecimiento del 14% de los beneficios en las empresas turcas cotizadas en 2015, frente al 11,4% en los emergentes. El PER (precio/beneficios) del MSCI Turkey Index transa en 10,7 veces con una proyección a 12 meses, similar al 10,8 en el resto de mercados de economías en desarrollo, según datos recopilados por la gestora americana Compass Group. "El momentum parece favorable con recientes revisiones al alza de las utilidades estimadas para los próximos doce meses y una moderación en la salida de flujos", arguyen los analistas de la entidad.
Los inversores que busquen exposición a la Bolsa de Estambul pueden hacerlo con un ETF que replique el mercado de capitales como el iShares MSCI Turkey, o a través de fondos de inversión. De entre los fondos disponibles para la venta en España, cinco acumulan una rentabilidad anualizada a tres años de dos dígitos, según datos de Morningstar. El más destacado en este sentido es el UBAM Turkish Equity con más de un 17% en sus mejores clases. El HSBC Turkey Equity, el JP Morgan Turkey Equity Fund, el DWS Türkei y el Parvest Equity Turkey son otros nombres propios a considerar por los frutos conseguidos en los últimos 36 meses.