El lío entre ACS e Iberdrola continúa a pesar de que la constructora sigue tratando de reducir su presencia en la eléctrica. La constructora tenía pendientes varios recursos por los blindajes que impuso la eléctrica en los consejos que no permitieron la presencia de ACS en ellos entre los años 2010 y 2012. Un extremo […]
Dirigentes Digital
| 13 ene 2015
El lío entre ACS e Iberdrola continúa a pesar de que la constructora sigue tratando de reducir su presencia en la eléctrica. La constructora tenía pendientes varios recursos por los blindajes que impuso la eléctrica en los consejos que no permitieron la presencia de ACS en ellos entre los años 2010 y 2012. Un extremo que sirvió de declaración de guerra entre ambas compañías y que terminó con la decisión de ACS de reducir su participación en la eléctrica. Ahora, se ha conocido que ACS ha perdido su segundo recurso presentado por este tema.
ACS sigue luchando por culminar su desinversión en la eléctrica, pero el último paso que ha dado no ha terminado de funcionar. La semana pasada la constructora anunciaba un canje adelantado de los bonos emitidos por dos de sus filiales en acciones de Iberdrola. Para ello apuntaba un incentivo a los actuales inversores. Sin embargo, al comunicar los resultados de este canje anticipado se observa que la constructora solo ha conseguido que a este canje acuda un 47% del valor de estos bonos.
La deuda
El problema de la desinversión en Iberdrola se suma a uno de los grandes temas pendientes de la compañía (y de otras grandes empresas españolas): un elevado apalancamiento que puede lastrar su estrategia. En julio de 2014, la constructora se vio obligada a suspender una emisión de deuda de 500 millones. Las tensiones del mercado que se produjeron por la crisis del Banco Espíritu Santo obligaron a la compañía a retrasar esta maniobra. En septiembre, la constructora retomó este proyecto.
ACS tiene una deuda bruta de unos 8.000 millones de euros. En los últimos tiempos, la constructora ha tratado de diversificar sus fuentes de financiación acudiendo al mercado.
No es el único reto que le queda pendiente a ACS que debe deshacerse de su división de renovables. Una tarea que no será sencilla. El cambio regulatorio ha hecho mella en el desempeño de esta división que ya no favorece al grupo. En cualquier caso, muchas empresas tratan de deshacerse de este negocio lo que complica conseguir una buena oferta, según apuntan algunos analistas.