La yield del bono alemán a diez años se mueve en niveles de 0,15%, la del treasury al mismo plazo en el 1,67%, mientras el japonés sigue en negativo… Mínimos récord un día sí, y otro también, en la deuda, a vueltas con las turbulencias que recorren las Bolsas, las dudas en torno al crecimiento […]
Dirigentes Digital
| 25 feb 2016
La yield del bono alemán a diez años se mueve en niveles de 0,15%, la del treasury al mismo plazo en el 1,67%, mientras el japonés sigue en negativo… Mínimos récord un día sí, y otro también, en la deuda, a vueltas con las turbulencias que recorren las Bolsas, las dudas en torno al crecimiento global y la incertidumbre que rodea a los bancos centrales.
Según datos de Coalition Development, los principales bancos cosecharon en 2015 los ingresos más bajos relacionados con estos activos desde la crisis de 2008, al caer esta partida un 9%, hasta los 69.900 millones de dólares. Su peor comportamiento, pérdida de clientes y de valor se encuentran detrás del descenso.
En este contexto, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble ha dejado unos "mensajes" para los bancos centrales, al señalar que el abuso de liquidez produce problemas con el tiempo (al Banco Central Europeo); añadiendo que hay mucho riesgo geopolítico y la ambigüedad de la Reserva Federal (Fed) sobre la política monetaria produce incertidumbre.
Así las cosas, Capital Economics espera subidas en la rentabilidad de la deuda estadounidense y alemana, y más descensos para Japón. Y es que, al contrario que la mayoría, espera que la autoridad monetaria norteamericana se vea obligada a subir los tipos más de lo previsto; aunque coincide con el consenso al adelantar más flexibilización monetaria en la Zona Euro; y, finalmente, augura mayores estímulos que el mercado por parte del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés).
Mientras, Ariel Bezalel, gestor del Jupiter Dynamic Bond Fund en Jupiter AM, considera que el cóctel macro al que nos enfrentamos "exige un enfoque selectivo". En concreto, advierte sobre la "lucha" que supone para la economía crecer y los "golpes que recibe el inversor de los ‘vientos cruzados’ económicos", como el fortalecimiento del dólar, su impacto en los emergentes y el ‘efecto dominó’ en las desarrolladas y el deterioro de los fundamentales provocado por el giro en el ciclo de crédito en Estados Unidos. En positivo apunta a la mejora de las perspectivas en Europa, gracias al apoyo del BCE…
"Creemos que la Fed cometió un error al subir los tipos en diciembre, ya que aumentó la volatilidad en los emergentes. Y, es más, a pesar de que recientemente su presidenta, Janet Yellen, ha reconocido el debilitamiento de la actividad tanto dentro de Estados Unidos, como en el mundo, lo cierto es que la trayectoria del precio del dinero sigue lejos de estar clara".
Por ello, reconoce, "preferimos mantenernos alejados de la deuda corporativa norteamericana". Además, añade, tratamos de evitar crédito emergente, ante la falta de visibilidad también en el dólar, las salidas de capitales, el derrumbe del crudo y las dudas sobre China. Si bien, ven "oportunidades dentro del crédito europeo, los bonos con ‘grado de inversión’ y el high yield", aunque, matiza: "Estamos adoptando una postura defensiva. La selección sigue siendo primordial", concluye.
Consciente también de la incertidumbre que rodea a la Fed, Russ Koesterich, responsable de estrategias de inversión para BlackRock, afirma que "los bonos del Tesoro estadounidense protegidos frente a la inflación (TIPS) pueden representar una buena oportunidad a largo plazo".