Nos encontramos ante un nuevo ejercicio en los mercados en el que resulta de gran importancia saber qué directrices se han de tomar para construir una cartera estable. Si va a regresar la volatilidad o si vamos a tener un panorama realmente similar al que hemos presenciado en las últimas fechas. En este sentido, François […]
Dirigentes Digital
| 28 dic 2017
Nos encontramos ante un nuevo ejercicio en los mercados en el que resulta de gran importancia saber qué directrices se han de tomar para construir una cartera estable. Si va a regresar la volatilidad o si vamos a tener un panorama realmente similar al que hemos presenciado en las últimas fechas. En este sentido, François Rimeu, responsable de Cross Asset y Retorno Total de La Française AM, explica que desde hace algunos meses, “los datos macroeconómicos han continuado sorprendiendo a los mercados para bien”. En EEUU, los índices ISM están en máximos de 10 años, y los mercados lógicamente están revisando al alza sus previsiones de crecimiento para 2018, sobre todo ya que parece que finalmente se votará la reforma fiscal. Por su parte, en la eurozona, la sólida tendencia de crecimiento es incluso más fuerte, con la encuesta de confianza de los hogares alcanzando máximos no vistos desde hace 17 años! Dado que las noticias que vienen desde Japón también son positivas, y los mercados emergentes “no muestran signos de debilidad, actualmente vivimos en un mundo de crecimiento fuerte y sincronizado”. Dada la actual sólida tendencia de crecimiento y la significativa brecha de producción, parece que el crecimiento europeo continuará siendo boyante en 2018, lo cual hace que sea un buen año para la renta variable. Por tanto, a la luz de los fundamentales, no hay razón para no asignar una mayor parte de nuestro presupuesto de riesgo a la renta variable, pero con algunas salvedades: La baja volatilidad de los activos financieros requiere cautela. Las volatilidades implícitas han sido empujadas hasta sus mínimos por los inversores que buscan rendimientos. Esto, según el experto, crea “fragilidad en el mercado, en la medida en la que la reacción de mercado a cualquier shock no puede anticiparse”. Los riesgos políticos y geopolíticos siguen siendo reales y aunque en general los mercados están ignorándolos en la actualidad, eso no los hace menos insignificantes. Por ejemplo, la situación en Corea del Norte no ha tenido impacto hasta la fecha, pero “no puede descartarse una escalada, al igual que las investigaciones a Donald Trump no han causado tampoco mucha reacción de los inversores…hasta el momento”. Así las cosas, Rimeu sostiene que la idea es “no ser alarmista”, ya que los excelentes fundamentales “representan una buena fuerza restauradora a medio plazo, pero hay que tener en mente que los mercados, en gran medida, no han tenido en cuenta ciertos riesgos“. Además, cabe destacar que determinados activos como el franco suizo o el yen actualmente “ofrecen una protección atractiva para las carteras que están sobreponderadas en renta variable, por si acaso…”