Un millar de refugiados, procedente de zona de conflicto, principalmente de Siria, que se encontraban en la estación de tren de Budapest han emprendido una marcha a pie con dirección a la frontera con Austria. La columna caminando por autopistas como símbolo del mayor éxodo del Siglo XXI y la presión social, han obligado a Austria y Alemania a acordar como medida temporal la apertura de fronteras. Una decisión alcanzada entre la canciller alemana Angela Merkel y el austriaco Werner Faymann, tras haber hablado con su homólogo húngaro, Viktor Orbán.
"Al mismo tiempo esperamos de Hungría la disponibilidad a resolver los problemas que persisten de acuerdo con el reparto justo de refugiados y el mecanismo para emergencia a los que aspira la Comisión Europea, y a los que contribuimos hoy", ha señalado Faymann. Hungría rechaza aceptar cuotas obligatorias en un reparto de refugiados en toda la Unión Europea, un rechazo que comparte con los gobiernos de la República Checa, Eslovaquia y Polonia.
La policía austríaca estima que solamente este sábado unos 10.000 refugiados de Oriente Medio llegarán en las próximas horas a Austria procedentes de Hungría. Así lo ha explicado Hans Peter Doskozil, jefe de la policía del estado federado de Burgenland, fronterizo con Hungría, donde desde primera hora de la madrugada ya han llegado unas 3.000 personas a bordo de autobuses especiales enviados por el Gobierno húngaro.
Por la noche, el gobierno húngaro anunció que ponía a disposición unos cien autobuses para trasladar a los refugiados hasta la frontera, una decisión que había sido aprobada poco antes por el Parlamento. Budapest había exigido al gobierno austríaco que diera a conocer su postura hacia la llegada de la ola migratoria.
Hungría ha comenzado a trasladar en la madrugada a los cientos de refugiados que se encuentran en la estación de trenes Keleti de Budapest y a los que marchan por la autopista M1 hasta la frontera con Austria, para que puedan llegar a la localidad fronteriza de Hegyeshalom.
Según ha informado la televisión austriaca ORF los siete primeros autobuses han llegado a la frontera austro-húngara escoltados por la policía húngara. Allí se pararon pocos metros antes de la frontera y decenas de refugiados se bajaron para recibir agua y otros alimentos de la Cruz Roja.
Los refugiados serán enviados desde el lado húngaro de la frontera hacia la estación de tren de Nikelsdorf, en Austria, o a un cercano pabellón de música, "Nova Rock Halle", donde se instaló hace unos meses un centro de acogida para refugiados. También han salido los primeros trenes en dirección a Viena.