Para invertir en renta fija gubernamental, es fundamental tener en cuenta la evolución de la inflación y los tipos de interés. En Europa, la tasa de inflación se sitúa ya en el 2%. Sin embargo, Mario Draghi se muestra tranquilo ya que su principal objetivo es la inflación subyacente, que aún se mantiene estable en […]
Dirigentes Digital
| 10 mar 2017
Para invertir en renta fija gubernamental, es fundamental tener en cuenta la evolución de la inflación y los tipos de interés. En Europa, la tasa de inflación se sitúa ya en el 2%. Sin embargo, Mario Draghi se muestra tranquilo ya que su principal objetivo es la inflación subyacente, que aún se mantiene estable en el 0,9%. Para Aurelio García del Barrio, Director del Global MBA con especialización en Finanzas de IEB, “esto significa que la energía es el principal impulsor de la mayor tasa de inflación”. Pero va más allá, al explicar que “pese a que en Europa la inflación ya ha alcanzado el objetivo del BCE y los datos macroeconómicos son buenos, Draghi está más pendiente ahora de las incertidumbres políticas que del nivel de los precios, cuyo repunte por encima de las expectativas debido sobre todo a la energía es coyuntural”. No le falta razón. Las perspectivas de nuevos Gobiernos populistas antes el agitado ciclo electoral que se avecina ha provocado una desbandada de la renta fija ‘core’, cuya primera víctima se observó a finales de febrero en la deuda pública francesa, que disparaba su rentabilidad (que se mueve de manera inversa al precio) a máximos de finales de 2012. Actualmente, cotiza en el 1,06%, tras un nuevo repunte que le ha llevado a ampliar su prima de riesgo (respecto al bund alemán) a 67 puntos básicos. En diciembre, rondaba los 40. Ante este escenario, James Lynch, cogestor del Kames Absolute Return Bond Constrained Fund, aconseja olvidarse del ruido actual y apostar por algunas estrategias como “explotar las diferentes perspectivas de Francia e Italia”, poniéndose cortos en Italia y largos en Francia. “Creemos que Italia se encuentra en una situación difícil y la victoria del ‘no’ en el referéndum de diciembre dificulta la aprobación de las necesarias reformas económicas, lo que implica que los inversores dispuestos a financiar al gobierno italiano exigirán una rentabilidad más alta, algo que resultará perjudicial para la deuda italiana”. El experto recuerda cómo ha aumentado la probabilidad de que el país vea rebajada su calificación crediticia por lo que, “cuando se usen bonos italianos como colateral en el sistema financiero, la persona que reciba esos bonos tendrá que aplicar una quita más alta”. Comparando, la situación parece mucho más grave que en Francia, donde resulta prácticamente imposible, pese a la subida en las últimas encuestas, que Marine Le Pen alcance la victoria presidencial en segunda vuelta. Otra alternativa para los inversores estaría en posicionarse largos en títulos del tesoro estadounidense protegidos contra la inflación (TIPS). “Cuanto más aumente la inflación, más valiosos resultarán los TIPS. Por el contrario, la rentabilidad de los treasuries nominales puede verse erosionada por la inflación”, indican desde Kames Capital. La firma, previendo que los precios se sitúen en el 2,5% este año, ha decidido por eso comprar TIPS a cinco años frente a treasuries a cinco años, “con una tasa de inflación implícita (breakeven) del 1,98%”. Es decir, “si la inflación a cinco años se situase exactamente en el 1,98%, nos quedaríamos a la par pero, si en algún momento el mercado descontase unas expectativas de inflación más altas, podríamos ganar dinero con ese diferencial”. Los expertos de Pioneer Investments también aconsejan a los inversores no olvidarse del crédito core, aunque siendo muy selectivos, ya que aunque el activo “se está viendo respaldado por factores técnicos, esperamos rentabilidades limitadas en 2017”. En el lado positivo de la balanza sitúan a los bancos centrales y unas condiciones que siguen siendo “moderamente positivas”. “El crecimiento estable y la baja inflación resultan positivos para los bonos corporativos que forman el núcleo de las carteras de inversión. Aunque las valoraciones están forzadas, sobre todo en el espacio del grado de inversión (IG), y los bancos centrales están reduciendo sus inyecciones de liquidez, seguimos positivos en la clase de activo en general”, indican. En este sentido, señalan al high yield, explicando que la búsqueda de carry y el respaldo del BCE han logrado sostener al mercado de momento. “En high yield de EEUU, las tasas de impago están repuntando, mientras que se reduce el apalancamiento. En Europa, las tasas de impago se mantienen en niveles bajos (2%)”, indican.