Lula da Silva ha sido condenado este miércoles a doce años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero. La noticia fue recibida con euforia por el mercado bursátil, que estableció una nueva marca histórica en las operaciones de la Bolsa de São Paulo, la principal de Sudamérica. En concreto, el […]
Dirigentes Digital
| 25 ene 2018
Lula da Silva ha sido condenado este miércoles a doce años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero. La noticia fue recibida con euforia por el mercado bursátil, que estableció una nueva marca histórica en las operaciones de la Bolsa de São Paulo, la principal de Sudamérica. En concreto, el índice Ibovespa subió 3000 puntos (+3,7%) y cerró en los 83.680, con un volumen negociado de 3.977 millones de euros. De esta manera, el alza de enero llega a 9,5% mientras que en un año acumula 27,1%, informó Bovespa. El dólar, en tanto, cayó 2,44% respecto de la moneda local a 0,80 euros, su valor más bajo desde octubre. Entre las acciones, la líder fue Eletrobras PNB (estatal de electricidad), que se cotizó a 22,65 R$ (5,71 euros) tras subir 9,6%. Otra empresa estatal en ascenso fue Petrobras, cuyo título ON subió 6,3% a 20,63 R$ (5,20 euros), con un volumen negociado de 429 millones de euros, el doble que en el pregón anterior. La primera está en un proceso de privatización, ya firmado por el presidente Michel Temer, a realizarse mediante un aumento de capital por la concesión de usinas hidroeléctricas. La segunda ha sido el ducto por donde Odebrecht y cómplices drenaron miles de millones de euros. NEGOCIOS Y VOTOSEn el Foro Económico Mundial, que se celebra del 23 al 26 de enero en la ciudad suiza de Davos, Temer ha festejado la condena de Lula en una cena con banqueros y con el presidente de Petrobras, Pedro Parente, según reporta la Agencia Estado (privada). “¡3 a 0! ¡3 a 0!”, gritaron los comensales al enterarse del fallo contra Lula, de acuerdo con la versión publicada en diarios brasileños. La condena a Lula da Silva se enmarca en la operación Lava Jato, un embestida judicial contra la corrupción que ha provocado no pocas controversias, entre ellas la de que apuntaría a borrar del mapa político al popular líder que fue dos veces presidente de Brasil. El exmandatario fue condenado, en julio de 2017, a nueve años y medio de prisión por haber recibido, según la acusación, casi un millón de euros en sobornos de OAS, constructora que, junto con Odebrecht, es parte del escándalo que EEUU llamó “más grande que Watergate”. La apelación a ese fallo trajo a Lula hasta esta segunda instancia, en la que no sólo no consiguió revertir la condena inicial, sino que recibió una pena aún mayor: doce años y un mes, según la nueva decisión que, por unanimidad (3 a 0), tomaron los magistrados. El político enfrenta aún otras nueve causas judiciales por corrupción durante su presidencia (2003-2011), cuando Brasil logró avances sociales reconocidos por organismos internacionales. Aquel éxito le otorga, aún hoy, tal popularidad que es el favorito para las próximas presidenciales. PERSPECTIVAS DE NEGOCIO Lula niega todos los cargos y los atribuye a una “venganza de la élite” por “haber favorecido a los pobres”. Lo concreto es que el impedimento legal de postularse a una nueva presidencia “estimula al mercado a confiar más en la victoria de un candidato comprometido con las reformas”, dice Juliana Machado, del diario económico Valor. Tras su récord del miércoles, la Bolsa tiene ahora como meta los 86.200 puntos, mientras que agencias de corretaje y bancos de inversión estiman que hay potencial para llegar a 90.000 aún este año, según reporta el portal financiero Infomoney. De hecho, la condena impacta directamente sobre la posibilidad del expresidente de disputar las elecciones de octubre. Lula sale primero en las encuestas de intención de voto, pero la nueva ley electoral (llamada Ficha Limpia) prohíbe a ciudadanos con condenas en segunda instancia participar del juego eleccionario. De ahí la euforia bursátil del miércoles, aunque el final continúa abierto.