En su último informe mensual Cross Asset Investment Strategy, Amundi recuerda que el mercado inmobiliario residencial ha jugado un papel fundamental en la reciente crisis, especialmente en ciertos países de la Zona Euro como España o Reino Unido, primero creando modelos de crecimiento económicos insostenibles y luego con las burbujas que siguieron a estos procesos. […]
Dirigentes Digital
| 26 jun 2015
En su último informe mensual Cross Asset Investment Strategy, Amundi recuerda que el mercado inmobiliario residencial ha jugado un papel fundamental en la reciente crisis, especialmente en ciertos países de la Zona Euro como España o Reino Unido, primero creando modelos de crecimiento económicos insostenibles y luego con las burbujas que siguieron a estos procesos.
Sin embargo, desde Amundi consideran que tras varios años de corrección, "los fundamentales de estos mercados vuelven a ser saludables". Aunque remarcan máxima prudencia al distinguir entre los distintos países, recordando que "el daño causado por los excesos de años anteriores no ha sido aún reparado". Bajo este escenario de prudencia, los expertos sí reconocen que el sector vuelve a contribuir de forma positiva, aunque modesta, al crecimiento económico de la región. Y todo gracias a una mayor conciencia del riesgo sistémico que viene asociado a este sector, y que ha provocado el desarrollo de herramientas y normativas para proteger a los sistemas bancarios y los hogares del excesivo endeudamiento del inmobiliario.
Desde Amundi recalcan que 2015 se presenta con una visión más optimista para el sector. Y aunque hay marcadas diferencias entre países, todos los de la Zona Euro tienen motivos en común para confiar en esta recuperación inmobiliaria. El primero, "la mejora de la solvencia de los compradores, ante la caída de precios (excepto en Alemania), mientras que la depreciación del euro también aumenta el atractivo de los mercados de la región para los inversores internacionales". Los expertos explican que otros dos factores para una mejora de la perspectiva en el conjunto de la región son los signos de recuperación económica, la política monetaria del BCE, con unos tipos de interés en mínimos y una mejora en la deuda de los hogares frente a años anteriores.
Respecto al mercado español, los expertos destacan que, tras los últimos años de consolidación, "el porcentaje del PIB representado por la construcción residencial es ahora menor que en Alemania o Francia". Del mismo modo, apuntan a la menor de deuda de los hogares, aunque sigue siendo elevada, "cayendo desde un máximo de 84,5% del PIB al 71,8% en el tercer trimestre de 2014, con lo que es más sostenible una vez que su estructura (tipo de interés variable) se ha tenido en cuenta".
En este sentido, consideran que "la caída del desempleo, la recuperación económica más fuerte respecto a otros países y el interés de los inversores internacionales hacia un mercado mucho más asequible, son factores que anticipan un repunte en la construcción, lo que debería contribuir algo más al PIB de 2015". En cuanto a los precios, los expertos de Amundi se remiten a las previsiones de S&P, que apuntan a un 0% este año y un +2% en 2016.
Riesgos
La mejora de las perspectivas en el sector inmobiliario residencial también hace plantearse a la gestora la duda sobre el riesgo de que se formen nuevas burbujas "un riesgo que ya es claramente visible en Irlanda, así como en algunos vecinos de la zona euro cercanos como EEUU y los países nórdicos", explican. Los expertos indican que este escenario de riesgo no debe ser tomado a la ligera, ya que "no se han restaurado totalmente los fundamentales del mercado en todas partes, como lo demuestra la consolidación aún insuficiente de los precios en Francia, así como la insuficiente reducción de la deuda de los hogares en España, Irlanda y los Países Bajos".
Bajo este contexto, desde Amundi consideran que el mercado inmobiliario residencial "sigue siendo, por esencia, una fuente de riesgo sistémico, debido a los factores ya mencionados: altas tasas de endeudamiento incurridos para la adquisición y construcción de los hogares, así como la frecuente concentración de riesgo en un activo único o el peso de este sector en el mercado de trabajo y de los recursos fiscales de ciertos gobiernos", entre otros.
Aún así, desde la firma indican que los Estados han tomado buena nota de la crisis, con la adopción de medidas macroprudenciales que han intentado, entre otras cosas, proteger al sector financiero de su exposición a este mercado. Sin embargo, consideran que a largo plazo "la respuesta más influyente a la volatilidad del mercado residencial vendrá de las reformas administrativas".