"Nuestra base de clientes nos permite no tener que afrontar adquisiciones para crecer", ha anunciado Ana Botín, presidenta de Banco Santander, para explicar la estrategia de la entidad del futuro, en la junta de accionista. El banco tiene 117 millones de clientes pero solo 13 millones son "vinculado", ha destacado la máxima dirigente, aquellos que […]
Dirigentes Digital
| 27 mar 2015
"Nuestra base de clientes nos permite no tener que afrontar adquisiciones para crecer", ha anunciado Ana Botín, presidenta de Banco Santander, para explicar la estrategia de la entidad del futuro, en la junta de accionista. El banco tiene 117 millones de clientes pero solo 13 millones son "vinculado", ha destacado la máxima dirigente, aquellos que tienen a Santander como su principal banco. "Queremos que en 2017 llegar a los 18 millones", y ha subrayado que "en Reino Unido hemos aplicado está estrategia con un gran éxito que se ha visto reflejado en un impacto positivo en ingresos y beneficios".
La estrategia también se aplicará al segmento de pequeñas y medianas empresas, para aumentar la vinculación de estos clientes para llegar a 1,1 millones fidelizados, que suponen un 37% más, respecto a los actuales. Fuentes del banco afirman que con esta estrategia la entidad espera aumentar los ingresos entre 2.000 y 3.000 millones hasta 2017, que supondrá un aumento del 13% del beneficio operativo.
La presidenta ha destacado que la prioridad del banco será poner al cliente como centro de la gestión. "Vamos a mejorar la experiencia de los clientes para dar servicios en cualquier lugar y momento. Tenemos el objetivo de alcanzar la cifra de 25 millones de clientes digitales, para que el banco esté disponible cuando quiera el cliente. En Reino Unido un tercio de las ventas de productos se realiza por Internet".
Defensa de su gestión
Además, ha defendido su gestión al frente del banco, desde el fallecimiento de Emilio Botín, en la que la entidad está experimentando una profunda transformación. En apenas dos meses renovó la cúpula directiva y el consejo de administración. "Los cambios tiene como objetivo contar con las personas más adecuadas y preparada para afrontar los retos futuros", ha remarcado, "el banco cumple con los estándares más exigentes de Gobierno Corporativo". Al consejo se han incorporado Carlos Fernández y Sol Daurella como consejeros independientes, sustituyendo a Fernando de Asúa y Abel Matutes, a los que ha agradecido su trabajo. "Hemos reforzado la independencia de las comisiones, sobre todo la de riesgo, y ahora el consejo tiene más diversidad y equilibrado.
También ha tenido palabras reconocimiento para el antiguo consejero delegado, Javier Marín, que fue destituido 18 meses después que lo nombrara Emilio Botín por José Antonio Álvarez, del que ha resaltado que "tiene una larga experiencia dentro del banco y es la persona más adecuada para la nueva etapa del banco". Del resto de cambios en la alta dirección, ha indicado que han sido nombrados para para potenciar las divisiones estratégicas del grupo.
Sobre la reciente ampliación de capital de 7.500 millones, que dejó al margen a los accionistas minoritarios, ha dicho que la operación se realizó de la mejor manera para que tuviera el menor efecto dilutivo entre los accionistas. "La gran acogida que tuvo permitió que apenas tuviera impacto y posteriormente los accionistas han tenido la oportunidad de adquirir nuevas acciones al mismo precio que la ampliación".
También ha defendido el recorte de dividendo del 66% para que la política de retribución del accionista sea "atractiva y sostenible". Ha destacado que el banco volverá a pagar en metálico el dividendo, con un solo pago en especie. "El beneficio por acción se situará en el 6% con una distribución entre el 30% y 40%", ha indicado.