Con un PIB en 2014 de 131.000 millones de dólares, Angola es la quinta economía de África y el segundo mayor productor de petróleo del continente. Sin embargo, el país se encuentra, como muchos otros, azotado por la caída del precio de las materias primas, y en concreto de su producto estrella, el crudo. El […]
Dirigentes Digital
| 05 ene 2016
Con un PIB en 2014 de 131.000 millones de dólares, Angola es la quinta economía de África y el segundo mayor productor de petróleo del continente. Sin embargo, el país se encuentra, como muchos otros, azotado por la caída del precio de las materias primas, y en concreto de su producto estrella, el crudo. El petróleo ha enriquecido al país, cuyo PIB de 2014 era ya un 60% superior al de 2010, y su renta per cápita, un 41% superior. Ahora, la excesiva dependencia del petróleo comienza a pasar factura a la quinta economía africana.
En 2014, el petróleo proporcionaba a Angola el 70% de sus ingresos fiscales y suponía el 95% de las divisas extranjeras. Igualmente, según The Observatory of Economic Complexity, en 2013 las exportaciones de petróleo suponían el 94,2% de todas las ventas al exterior que realizó Angola.
En los últimos cinco años, Angola se ha enfrentado a una importante apreciación de la moneda local, el kwanza, lo que ha generado una elevada inflación. En ese tiempo, los precios han subido un 60% y la capital, Luanda, se sitúa ya como una de las ciudades más caras del mundo.
Ante esta situación, el Banco Central ha permitido la devaluación del kwanza para paliar los efectos de la caída de los ingresos por petróleo y de las exportaciones. El pasado lunes 4 el kwanza marcó mínimos históricos con la mayor depreciación registrada (un aumento de 135.988 kwanzas por dólar a 156.386), y según Bloomberg, la moneda se ha depreciado hasta un 24% en todo 2015, a lo que se suma la caída del 17% registrada el día 4. El kwanza acumula así ocho años consecutivos de depreciación.
"La devaluación, además de colocar el kwanza de acuerdo con los fundamentos de la economía, promoverá la producción nacional", opinaba el profesor de economía de la Universidad Católica de Luanda, Carlo Rosado, a Bloomberg. "Desde este punto de vista tiene sentido devaluar", añadió.
Y es que Angola se enfrenta a otro problema añadido: el mercado negro de divisas. El gobernador del Banco Central de Angola, José Pedro de Morais, busca con esta depreciación reducir la brecha entre la tasa oficial y el precio del mercado negro. Según José Severino, presidente de la Asociación de Angola Industrial (AFP), las políticas del país hacen que las empresas dependan en exceso de la opinión del banco central sobre qué sectores industriales necesitan más dólares estadounidenses, por lo que muchos recurren al mercado negro de divisas. "Un tipo de cambio más débil protegería a los productores nacionales frente a las importaciones sin necesidad de barreras administrativas, como los aranceles y las cuotas", opinó.
Diversificación
El país, tal y como explicaba el periodista de Euronews François Chignac, busca ahora diversificar sus sectores para reducir su dependencia del petróleo. Los ingresos por petróleo se han reducido a un tercio en los últimos dos años, por lo que busca potenciar la agricultura. El presidente del país, José Eduardo dos Santos, explicó en su discurso a la nación de Año Nuevo que buscará acelerar la producción de la agricultura, la pesca, el turismo, la industria maderera y la alimentación para elevar las exportaciones y reducir las importaciones.