Una vez alguien afirmó que es difícil realizar predicciones, sobre todo en lo que respecta al futuro. El año pasado, no fui capaz de predecir el Brexit, ni el imparable ascenso de Donald Trump a la Casa Blanca, por no hablar de mi convicción acerca de la victoria de Francia en la Eurocopa o de […]
Dirigentes Digital
| 10 mar 2017
Una vez alguien afirmó que es difícil realizar predicciones, sobre todo en lo que respecta al futuro. El año pasado, no fui capaz de predecir el Brexit, ni el imparable ascenso de Donald Trump a la Casa Blanca, por no hablar de mi convicción acerca de la victoria de Francia en la Eurocopa o de que ni me planteara que el Leicester City pudiera ganar la Premier League. Por suerte, apostar por acontecimientos deportivos o resultados políticos no forma parte de mi proceso de inversión. En el contexto actual de agitación macroeconómica y geopolítica a ambos lados del Atlántico, es difícil saber cómo se comportará el mercado ante las inminentes elecciones y los grandes momentos económicos. Evidentemente, esto resulta muy desconcertante para los inversores, pero afortunadamente se puede disociar la incertidumbre política de las decisiones de inversión. A pesar de la incapacidad para prever o descontar los grandes acontecimientos políticos del año pasado, nuestras estrategias de renta variable europea superaron tanto a sus índices de referencia como a la media de sus sectores. Teniendo todo esto presente, dejamos a un lado la ‘bola de cristal’, como de costumbre, y optamos por una estrategia oportunista. A raíz de los terremotos políticos de 2016, habrá muchas réplicas que podrán aprovecharse para generar alfa. Las inminentes turbulencias macroeconómicas o la incertidumbre política a corto plazo no nos afectan. Sin embargo, eso no quiere decir que los cambios políticos u otros giros inesperados no puedan proporcionar nuevas oportunidades. Y es que a menudo, invertir es cuestión de elegir bien el momento. Nuestra filosofía de inversión bottom up se centra en empresas de elevada calidad con fuertes ventajas competitivas y sólidos balances que sufren presiones a corto plazo. A veces descubrimos empresas que consiguen pasar nuestro riguroso proceso de selección, pero suspenden por valoración. Por ello, prestamos una especial atención a los periodos de ventas indiscriminadas causadas por crisis políticas o económicas. Italia ha ofrecido algunos buenos ejemplos. Este mercado ha sufrido descensos en las cotizaciones debido a la incertidumbre política y a las dificultades del sector bancario. Aunque preferimos guardar las distancias con los bancos italianos debido a las dificultades para evaluar los riesgos futuros, vemos oportunidades atractivas en otros títulos financieros. Creemos que las empresas mejor posicionadas son las entidades de cobro de préstamos, como Eurocastle, y las gestoras, como Anima. Eurocastle es una entidad especializada en préstamos morosos líder en Italia que desempeñará un papel principal a la hora de gestionar la enorme cantidad de estos créditos en dicho país. Anima es la mayor gestora independiente de Italia, y sus acciones han estado bajo presión debido a los problemas de algunos de sus distribuidores, entre los que destaca Monte dei Paschi. Sin embargo, en los niveles actuales consideramos que gran parte del riesgo está descontado y que existe potencial en el valor derivado de su incipiente relación con Poste Italiane. Asimismo, actualmente estamos evaluando varias oportunidades en el área de infraestructuras en el continente, incluidos algunos gestores de autopistas de peaje. Las empresas de peajes son valores a los que se les suele tratar como bonos de larga duración, debido a la percepción de que son sensibles a los aumentos de los tipos de interés, lo cual ha causado recientes caídas en los precios. Sin embargo, se trata de una manera demasiado simplista de analizar su modelo de negocio y eso genera oportunidades para descubrir precios atractivos. Lo cierto es que es improbable que una subida de los tipos de interés disuada a los conductores de usar las autopistas de peaje y estas compañías seguirán generando altos niveles de flujos de caja libre. Actualmente, invertimos en Atlantia y Snam. La evolución de la cartera durante 2017 dependerá de las oportunidades del mercado. El estilo a contracorriente a largo plazo del fondo tiende a reaccionar ante la incertidumbre o acontecimientos que debiliten los precios de las acciones a corto plazo. Nos espera un año cargado de emociones: a la hora de invertir, creemos que es mejor aprovechar las oportunidades que ser prisionero de los pronósticos.