“Desencanto”, es la palabra que ha utilizado Fernando Fernández, director del Anuario del Euro, en la presentación del informe elaborado por la Fundación ICO. El documento analiza cada año la situación y perspectivas de la moneda única y de las instituciones europeas. Sin embargo, si en el ejercicio anterior las conclusiones fueron “agridulces”, este año […]
Dirigentes Digital
| 10 feb 2017
“Desencanto”, es la palabra que ha utilizado Fernando Fernández, director del Anuario del Euro, en la presentación del informe elaborado por la Fundación ICO. El documento analiza cada año la situación y perspectivas de la moneda única y de las instituciones europeas. Sin embargo, si en el ejercicio anterior las conclusiones fueron “agridulces”, este año hay menos lugar para el optimismo por los riesgos de corte político que amenazan con “la desintegración y el desmoronamiento” de la Unión. La salida de Reino Unido, el rescate de la banca italiana, los tipos cero y la ralentización del crecimiento son los hitos más relevantes a destacar en 2016. Si el informe reconoce que a nivel económico hubo avances importantes, como la recuperación del nivel de producción previo a la crisis, la resolución de la crisis griega o el impulso del Fondo Único de Resolución, a nivel político la incertidumbre generada tras el “Brexit” o el ascenso de los partidos antieuropeístas están haciendo temblar los cimientos de la Unión. “La integración amenaza con sucumbir ante los nacionalismos. La voluntad europeísta cotiza a la baja. La Unión tiene que refundarse, como se refundó el mercado monetario, hay que resolver los problemas institucionales”, ha añadido Fernández. La presentación ha estado arropada por el presidente de la Fundación ICO, Pablo Zalba, el de la Fundación de Estudios Financieros (FEF), Jorge Yzaguirre, y el director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Jaime Caruana, que ha señalado que a pesar del contexto, “no es el momento de retirar los requisitos de capital en las entidades europeas”. Todos han coincidido en la necesidad de fortalecer las instituciones comunitarias y avanzar hacia un verdadero mercado integrado en todos los sentidos. “Son tiempos convulsos para la Unión Europea, pero también tiempos de oportunidades. Primero fue la integración monetaria, ahora está la fiscal y todas deben llevar hacia la política. El euro no sólo necesita más Europa sino mejor Europa”, ha sentenciado Pablo Zalba. La política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE) (Quantitative Easing) y sus efectos sobre los mercados interbancarios también han sido puestos en entredicho. “Los tipos de interés en negativo y sus efectos y consecuencias son difíciles de predecir. Nos encontramos en un año de claroscuros para la moneda común “, ha señalado el presidente de la FEF.