"La parte más grande tiene el tamaño de la palma de una mano. Alguno de los restos empezaron a llegar el domingo" a la morgue de El Cairo, dijo una fuente oficial forense a la agencia Reuters.
Las fuentes citadas por AP han revelado bajo anonimato que los restos son tan pequeños que "no hay ni siquiera una parte del cuerpo entera, como un brazo o una cabeza", lo que apuntaría a que se produjo una deflagración a bordo.
De momento, sin embargo, los investigadores no han encontrado ningún resto de explosivos que indique que una bomba explotó en el avión.
Las principales líneas de investigación sobre el siniestro avanzan sobre la posibilidad de un atentado. Tienen confirmado que antes de desaparecer del radar la nave registró un brusco descenso. Casi desde el primer momento las autoridades egipcias consideraban más probable un acto terrorista que un fallo técnico.