Controlar la inflación, sacar al país de su peor recesión en cien años y moldear un presupuesto tras un déficit extremo con una deuda pública que roza el 70% del Producto Interior Bruto (PIB). Son los tres grandes retos de Michel Temer en la nueva etapa política de Brasil, tras duros años de recesión que […]
Dirigentes Digital
| 01 sep 2016
Controlar la inflación, sacar al país de su peor recesión en cien años y moldear un presupuesto tras un déficit extremo con una deuda pública que roza el 70% del Producto Interior Bruto (PIB). Son los tres grandes retos de Michel Temer en la nueva etapa política de Brasil, tras duros años de recesión que ahora podrían ver la luz al final del túnel. El PIB se contrajo un 0,6% en el segundo trimestre, su sexto mes consecutivo de caídas.
Pero los expertos empiezan a ver una salida con el incipiente rebote desde mínimos observado en datos como la confianza del consumidor y la expectativa de nuevas reformas estructurales tras años de escándalos de corrupción y una parálisis política sin precedentes.
Algunos expertos esperan incluso que el banco central se muestre proclive a recortar los tipos de interés a lo largo del último trimestre de 2016, lo que incentivaría más el consumo y permitiría al país entrar en una modesta recuperación el próximo año. Pero este será un objetivo complejo, pues el Banco Central de Brasil ha decidido, de momento, mantener los tipos en el 14,25% (máximos de una década) ante una inflación que duplica los objetivos del organismo monetario.
Las previsiones apuntan a que la economía brasileña se contraerá un 3,5% este año, tras un desplome del 3,8% en 2015. El consenso de analistas consultados por Bloomberg espera, no obstante, un crecimiento del 1% en 2017. Un crecimiento que será insuficiente para mejorar el mercado laboral en el país, que ha destruido 1,8 millones de empleos en los 12 últimos meses.
Aún así, el impulso de las reformas puede cambiar la tendencia a partir del próximo año. Y así lo han considerado unos inversores que, tras años de huída de sus mercados, han llevado al índice Bovespa a convertirse en el mejor activo de las carteras en 2016, con una revalorización del 63% en términos de dólar. Del mismo modo, el real ha sido la divisa que más ha subido frente al billete verde en estos meses.