El trabajo autónomo es una tendencia creciente que está calando en el mercado laboral. En ella se encuentran de frente las necesidades actuales del ámbito empresarial con la disposición laboral de profesionales autónomos y emprendedores. Tras conocer esta situación, Adecco e Infoempleo han querido estudiar este nuevo modelo para determinar el volumen que suponen estos […]
Dirigentes Digital
| 27 ago 2015
El trabajo autónomo es una tendencia creciente que está calando en el mercado laboral. En ella se encuentran de frente las necesidades actuales del ámbito empresarial con la disposición laboral de profesionales autónomos y emprendedores. Tras conocer esta situación, Adecco e Infoempleo han querido estudiar este nuevo modelo para determinar el volumen que suponen estos profesionales sobre el total de trabajadores, su incidencia en cada sector en relación a la oferta laboral y su distribución con respecto al perfil demográfico.
En 2014, el número de trabajadores afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) fue de 3.096.623, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Esto es, un 2,3% más que en 2013, lo que equivale a 68.558 nuevos autónomos.
Por comunidades autónomas, Cataluña es la que abarca un mayor número de estos profesionales, con 527.272, un 17% del total de autónomos en España. En segundo lugar, Andalucía, con 481.340, que implican un 15,5% de todos los autónomos del país. En tercer lugar, la Comunidad de Madrid, que dispone de 359.964 profesionales autónomos que suponen el 11,6% sobre el total nacional. En estas autonomías se concentra el 44,1% de los autónomos de toda España. Es decir, casi la mitad de estos profesionales reside en Cataluña, en la Comunidad de Madrid o en Andalucía.
En 2013, el número de afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos fue de 3.028.065. Tan sólo un año después, esta cifra alcanzaba los 3.096.623, lo que supuso un incremento interanual del 2,3%.
En este sentido, tras cinco años de caídas de la afiliación, al fin se ha producido un ascenso del número total de autónomos con respecto al año anterior, rompiéndose así la tendencia a la baja que ha marcado los principales años de la crisis económica.
En el último año, no sólo ha aumentado el número total de autónomos en España, sino que éste ha tenido su reflejo en todas y cada una de las comunidades autónomas. En este sentido, Ceuta y Melilla se llevan la palma, pues a pesar de ser las ciudades con menor número de profesionales autónomos, han experimentado el mayor incremento de todo el país: 6,6% con respecto a 2013.
En el lado opuesto están las comunidades de País Vasco y Castilla y León que, a pesar de haber experimentado un incremento en el número de autónomos afiliados, lo han hecho en menor medida que el resto. País Vasco es la autonomía en la que menos ha aumentado la cifra de estos profesionales, con un 0,5%.
Durante 2014 se han registrado al menos 56.269 ofertas de empleo destinadas a los trabajadores autónomos, lo que supone un incremento del 4,38% con respecto a 2013. De esas más de 50.000 ofertas, un 19,9% proceden de la Administración Pública y Defensa y la Seguridad Social obligatoria.
Del comercio al por mayor y al por menor y de la reparación de vehículos de motor y motocicletas proceden el 18%. De las actividades sanitarias y servicios sociales, el 12,8%, y de la hostelería, el 11%. Éstos son, por tanto, los cuatro sectores que más ofertas de empleo destinadas a autónomos han ofrecido a lo largo de 2014.
En el lado opuesto están los sectores relacionados con el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, que conforman el 0,4% de la oferta de empleo a autónomos; las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, el 1%; las actividades inmobiliarias, el 1%; y las actividades financieras y de seguros, el 1,3%.
Todos los sectores han visto incrementar el número de ofertas dirigidas a autónomos excepto el de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, que ha disminuido un 30%; la industria manufacturera, un 29,3%; la hostelería, un 10,4%; las actividades profesionales, científicas y técnicas, un 8,8%; y las actividades administrativas y servicios auxiliares, un 4,4%.
Entre los mayores incrementos en la oferta de empleo están los del sector del transporte y almacenamiento, cuyas vacantes dirigidas a autónomos han experimentado un incremento del 113,5%; y los de las actividades inmobiliarias, con un aumento del 103,6%.
Las ofertas de empleo dirigidas a los profesionales autónomos no sólo varían en función del sector, sino también del tamaño de la empresa. En ese sentido, las pequeñas empresas son las que más han demandado las labores de estos trabajadores. De hecho en 2014, un 50,9% de las ofertas dirigidas a este colectivo procedían de este tipo de corporaciones. Mientras que las medianas y grandes empresas sólo absorbieron el 16,9 y el 32,2% del total.
Sin embargo, la oferta laboral de las pymes ha descendido con respecto a 2013. En el caso de las pequeñas empresas, este descenso se sitúa en torno al 0,45%. Las grandes corporaciones, en cambio, han destinado un mayor número de ofertas de empleo a los autónomos, en concreto, un 21,3% más que en 2013.
Evolución de la afiliación de autónomos a la Seguridad Social
En 2008 se registró el último incremento en la afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Desde entonces, el número de profesionales que trabajan por proyectos ha ido disminuyendo año tras año hasta 2014.
Por sectores, el único que ha conseguido que aumente el número de afiliados al RETA ha sido el sector servicios, que ha pasado del 65,92% al 72,56% en 2014.
El agrario, en cambio, ha pasado de representar el 9,2% de las afiliaciones al RETA en 2008, al 8,6% en 2014, y la construcción, del 16,9% al 11,4%.
Por tramos de edad, son los autónomos de entre 25 y 54 años el colectivo más numeroso, pues representan el 74,5% sobre el total. Les sigue el grupo de autónomos con edades superiores a los 55 años, que comprenden el 22,9% del total de profesionales autónomos. En el lado contrario se encuentran los más jóvenes, los cuáles sólo representan el 0,23% de las altas en el RETA.