Como muestra, un botón. Una jornada más los bancos del Ibex 35 lastran al selectivo y le impiden coronar la cota de los 8.700 puntos. Bankia, BBVA, Banco Sabadell, CaixaBank y Banco Santander, por este orden, copan el top five las pérdidas del selectivo. Fuera de nuestras fronteras también mandan los ‘números rojos’, con las […]
Dirigentes Digital
| 23 nov 2016
Como muestra, un botón. Una jornada más los bancos del Ibex 35 lastran al selectivo y le impiden coronar la cota de los 8.700 puntos. Bankia, BBVA, Banco Sabadell, CaixaBank y Banco Santander, por este orden, copan el top five las pérdidas del selectivo. Fuera de nuestras fronteras también mandan los ‘números rojos’, con las entidades italianas lideran los descensos, pero todo el sector cede posiciones ante los planes de la Comisión Europea (CE) para reforzar la normativa sobre los requerimientos de capital. Regulación (caso de este miércoles), efectos perversos de las políticas monetarias laxas de los bancos centrales (esto es, los tipos negativos), deberes pendientes como los créditos morosos o la reestructuración del sector (Italia), dudas sobre el balance (Deutsche Bank), los retos que supone el avance de la digitalización en los servicios financieros… Muchos son los interrogantes que planean sobre el sector. De hecho, el índice Euro Stoxx Banks ha perdido cerca de un 30% de su valor en lo que va de año; mientras que el ratio precio/valor contable del selectivo es ahora del 70%. También los instrumentos de deuda asociados con la industria se han comportado peor que otros tipos de deuda corporativa. En este sentido, Simon Outin, analista senior de crédito de Allianz GI, apunta que los grandes bancos europeos están “bien capitalizados, pero no son rentables”. Un problema que es más fácil de identificar, que de resolver. “La reducción de costes parece la respuesta más obvia en el actual entorno de bajo crecimiento y tipos, pero sus desventajas pueden ser mayores que sus beneficios”, explica. Y es que, tenemos que tener en cuenta que “muchas entidades sufren el uso de sistemas tecnológicos costosos y obsoletos, cuya renovación requerirá grandes inversiones y un elevado riesgo operativo”. También pueden reducir el número de empleados, “pero esto puede resultar controvertido para los bancos sistémicos en los países con elevado desempleo”. Así, la firma espera que la volatilidad en las cotizaciones del sector esté “a la orden del día de cara a los próximos meses (y posiblemente años) sin decantarse por una clara dirección ascendente o descendente en general”. Asimismo, creen que “las estrategias pasivas se perderán las oportunidades” relacionadas con estas turbulencias, mientras, las activas, “que dependen de análisis fundamentales detallados pueden ser más adecuadas para navegar por la industria”. Con todo, no podemos dejar de lado la recuperación que ha tratado de protagonizar la banca en Bolsa (sobre todo en Estados Unidos) y que se ha visto impulsada por las promesas del presidente electo Donald Trump. Capital Economics matiza que este comportamiento refleja “la escalada de las yields de la deuda global, especialmente las curvas de rendimiento más pronunciadas. Los valores financieros se han beneficiado de la ampliación de los spreads de carry de esta rentabilidad, pues esto incrementa los beneficios de las actividades de transformación de vencimientos”. Sin embargo, piden cautela, pues aunque creen que la rentabilidad de los bonos americanos aumentará “bastante” a medida que la Reserva Federal (Fed) endurezca su política, no prevén una curva de rendimientos mucho más pronunciada. Por otra parte, recuerdan, el resto de bancos centrales seguirán siendo muy acomodaticios, lo que limitará el repunte de los bonos. “Y, finalmente, la salud y la rentabilidad de la banca sigue dependiendo demasiado de este carry (…) es más, sus préstamos siguen estancados en una elevada cantidad de mora y es poco probable que esto se resuelva todavía”, concluye el analista de la firma Simon MacAdam. Recordemos que ETF Securities considera que las entidades europeas son y serán una “trampa de valor” hasta que “aborden las cargas regulatorias, la dilución y los bail-ins cesen y la morosidad alcance niveles semejantes a los de sus comparables internacionales”.