Desde el pasado 12 de julio las rentas del ahorro tributan de la siguiente manera: los rendimientos de hasta 6.000 euros están gravados al 19,5%; las ganancias de entre 6.000 y 50.000 euros, al 21,5%; y las rentas de más de 50.000 euros, al 23,5%. Se mantiene la tributación por tramos. Es decir, que si […]
Dirigentes Digital
| 17 jul 2015
Desde el pasado 12 de julio las rentas del ahorro tributan de la siguiente manera: los rendimientos de hasta 6.000 euros están gravados al 19,5%; las ganancias de entre 6.000 y 50.000 euros, al 21,5%; y las rentas de más de 50.000 euros, al 23,5%. Se mantiene la tributación por tramos. Es decir, que si un ahorrador consigue, por ejemplo, 60.000 euros en concepto de intereses, los primeros 6.000 euros tributarán al 19,5%, los siguientes 44.000 euros al 21,5% y la parte que supere los 50.000 euros en adelante, al 23,5%.
La rebaja fiscal supondrá para los ahorradores un aumento de sus ganancias, ya que ahora los intereses de sus cuentas y depósitos crecerán al haberse reducido los tipos imponibles y tenerle que pagar menos a Hacienda. La pregunta es, ¿notaremos la rebaja o la maniobra del Gobierno apenas dejará huella en las "libretas" de los ahorradores?
Teniendo en cuenta que la mayoría de los ahorradores se sitúan en el primer tramo, el de las rentas de hasta 6.000 euros, los titulares de cuentas y depósitos bancarios tendrán que pagar un 0,5% menos a Hacienda que antes del 12 de julio, lo que en la mayoría de los casos apenas superará unos pocos euros de diferencia, advierten desde el comparador HelpMyCash.com.
Pongamos un ejemplo: un ahorrador medio que contrató un depósito con un plazo de un año y vencimiento a finales de diciembre de 2015, un importe de 20.000 euros, un interés de, por ejemplo, el 1% nominal y liquidación a vencimiento, ganará en el momento en el que le abonen los intereses 1 euro más con los nuevos tipos impositivos. En este caso, los intereses brutos sumarían 200 euros y la retención a Hacienda, 39 euros, mientras que si se aplicasen los tipos previos al 12 de julio (un 20 %), serían 40 euros.
Lógicamente, cuanto mayores sean los intereses, más se notará la diferencia y cuanto menores sean, más discretos serán los efectos de la rebaja. Otro ejemplo: para un depósito de 1.000 euros al 1% a un año con abono a vencimiento (a finales de 2015), la diferencia entre lo que se ganará ahora y lo que se hubiese ganado antes será tan solo de 5 céntimos.
Nuevos tipos a partir de 2016
El próximo año, los tipos impositivos sobre los rendimientos del capital mobiliario obtenidos por la cesión de capitales propios a terceros, categoría en la que se incluyen los intereses de depósitos y cuentas, volverán a bajar medio punto porcentual. El primer tramo bajará hasta el 19%, el segundo, hasta el 21% y el tercero, hasta el 23%. Una rebaja discreta que tampoco aumentará demasiado las ganancias de los ahorradores.
No obstante, es posible aprovechar la rebaja prevista para 2016 contratando un producto de ahorro cuyos intereses se abonen ese año y no antes. Así, si ahora se da de alta un depósito que venza a finales de 2015, la entidad aplicará una retención a cuenta del 19,5 %, mientras que si se contrata un plazo fijo que venza en 2016, la retención será del 19 %.
Combinando los efectos de la rebaja fiscal con los mejores depósitos bancarios se pueden aumentar las ganancias. Actualmente, los mejores plazos fijos españoles superan el 2% TAE y, si se recurre a otros países de la eurozona, se pueden conseguir rentabilidades de más del 3%.