Tras la última corrección del mercado y con la fuerte caída que han experimentado los bancos, los inversores no tienen claro qué hacer con el sector financiero. La banca debe buscar un nuevo modelo de negocio ante un core bussiness, el del crédito, que está seriamente perjudicado. Las exigencias de capital debido a la presión […]
Dirigentes Digital
| 19 feb 2016
Tras la última corrección del mercado y con la fuerte caída que han experimentado los bancos, los inversores no tienen claro qué hacer con el sector financiero. La banca debe buscar un nuevo modelo de negocio ante un core bussiness, el del crédito, que está seriamente perjudicado. Las exigencias de capital debido a la presión reguladora hacen el resto.
Según Pablo García, de Carax Alphavalue, "el problema actual en el balance de los bancos no es tanto el activo sino el pasivo. El entorno de bajos tipos de interés, unido a los bajos precios tanto del petróleo como de las commodities, genera un contexto donde los tenedores de deuda del sector bancario empiezan a pensar que a lo mejor el sector no es tanto una utility y si un sector expuesto a una volatilidad excesivamente alta".
El endeudamiento de las empresas petroleras con las entidades financieras es otro foco de preocupación. "Las caídas que han sufrido los tenedores de deuda en el sector durante este tiempo es algo que no sorprende ya que está totalmente descontado", añade García.
En este escenario, las perspectivas para la banca han cambiado. "Los bancos, de momento, están seguros desde el punto de vista de funding, pero no lo están tanto desde el punto de vista de equity ni tampoco por el lado de la deuda", comentan desde Carax Alphavalue.
La mayoría de los grandes bancos han ido moviéndose poco a poco hacia el lado de la gestión de activos y banca privada. "Los reguladores han intentado durante los últimos años mirar hacia otro lado sobre los verdaderos riesgos en los que incurrían los gestores pero viendo la situación actual del mercado, esta circunstancia se ha erigido como un nuevo foco preocupación".
Y en el centro de esa preocupación, la emisión de los llamados CoCo´s. La agencia de calificación S&P ha advertido de que los bancos europeos han intentado obtener 40.000 millones de euros mediante bonos contingentes convertibles pero el "temor" ante el alto riesgo que conllevan ha tenido como consecuencia la "congelación del mercado" de bonos desde principios del mes de febrero.Los analistas de S&P explican que los ‘CoCos’ "no solo conllevan el riesgo de impago del resto de bonos, sino que también pueden ser convertidos en acciones o pueden ser anulados", si el nivel de capital de la entidad en cuestión cae por debajo de un nivel determinado.
Los principales protagonistas de estas emisiones son los bancos europeos y los chinos. "Más del 50% de los emitidos en la actualidad están en dólares mientras que los compradores son en su gran mayoría fondos de high yield, hedge funds y compañías de seguros", explican desde Carax Alphavalue.