Los atentados de París del pasado de 13N pusieron el foco mediático en el barrio bruselense de Molenbeek como un refugio de células terroristas islamistas. No era la primera vez. Hasan el Haski y Yusef Belhad, los cerebros del 11M de Madrid en 2004, procedían de allí. Amedy Coulibaly, el terrorista que acabó con la […]
Dirigentes Digital
| 23 mar 2016
Los atentados de París del pasado de 13N pusieron el foco mediático en el barrio bruselense de Molenbeek como un refugio de células terroristas islamistas. No era la primera vez. Hasan el Haski y Yusef Belhad, los cerebros del 11M de Madrid en 2004, procedían de allí. Amedy Coulibaly, el terrorista que acabó con la vida de cuatro personas en un supermercado judío en París, tras la matanza de Charlie Hebdo, compró las armas en la misma zona. Mehdi Nemmouche, el autor del asalto al Museo Judío de Bruselas, preparó el atentado también en el barrio. Para los investigadores no es una casualidad. Molenbeek es calificado por algunos como un auténtico gueto marcado por la inmigración. Residen 100.000 habitantes y el paro y pobreza golpean con fuerza. En el país residen más de 600.000 musulmanes, el 6% de la población, gran parte de ellos, de origen marroquí, en barrios como Molenbeek.
La pasada semana fue capturado en él Salah Abdeslam, el presunto cerebro de los atentados de París. Desde el pasado mes de noviembre cada semana se han producido varias operaciones antiterroristas. Bélgica ha sufrido duras críticas desde Francia por su permisividad e ineficacia policial. El propio Gobierno belga admitió que tenía problemas de coordinación y transmisión de información entre las seis fuerzas de seguridad de las que dispone el país.
El Centro Internacional para el Estado de la Radicalización y Violencia Política (ICSR, en sus siglas en inglés) colabora con la ONU desde 2012 para hacer un seguimiento de ciudadanos extranjeros implicados en conflictos de Oriente Medio. La organización calcula que 440 ciudadanos belgas han viajado en los últimos años a Siria e Irak para combatir. Es el tercer país de Europa de donde han salido más personas a alistarse en las filas del Estado Islámico, por detrás de Alemania y Reino Unido. Pero en proporción, Bélgica es de lejos el país con mayor número de combatiente en relación a su población. Hay 40 yihadistas por cada millón de habitantes. El doble que tienen países como Austria, Dinamarca o Francia.