El Banco de Portugal intenta zanjar la crisis del BES con la entrada de nuevos inversores. Varias compañías pertenecientes al holding de los Espirito Santo se encuentran al borde la quiebra y solicitarán concursos de acreedores para renegociar una deuda que asciende a 7.000 millones. El Banco de Portugal ha ordenado al nuevo equipo directivo […]
Dirigentes Digital
| 16 jul 2014
El Banco de Portugal intenta zanjar la crisis del BES con la entrada de nuevos inversores. Varias compañías pertenecientes al holding de los Espirito Santo se encuentran al borde la quiebra y solicitarán concursos de acreedores para renegociar una deuda que asciende a 7.000 millones.
El Banco de Portugal ha ordenado al nuevo equipo directivo del Banco Espirito Santo (BES) que busque en un plazo breve de tiempo nuevos inversores para evitar un posible rescate con dinero público. La destitución de la antigua cúpula y las aclaraciones sobre la exposición al agujero del holding de la familia Espirito Santo no han despejado las dudas que se ciernen sobre la entidad.
El mercado sigue castigando al valor en bolsa, ayer cayó otro 14% alcanzando mínimos históricos, y envuelto en una gran volatilidad, a pesar de la prohibición de las posiciones cortas, en la apertura sube más de un 5%. El regulador y Vítor Bento, el nuevo presidente del BES, buscan a contrarreloj socios que entren en la institución y devuelva la confianza al mercado.
Después de tres ampliaciones de capital por más de 3.000 millones y sacar pecho por no necesitar ayudas públicas, el primer banco luso le ha salpicado de lleno el escándalo financiero de matriz por el cruce de préstamos entre las empresas que componen el entramado societario de los Espirito Santo.
El gobernador del Banco de España, Carlos Costa, intentó dar algo de certidumbre al futuro de la entidad y anunció que hay inversores dispuestos a acudir a una nueva ampliación de capital del BES. La nueva dirección está trabajando en confirmar las cuentas y la exposición del banco al agujero del Grupo, en principio limitado a 1.200 millones de euros y cubierto por provisiones.
"El BES está bien capitalizado, pero si necesita capital adicional tiene capacidad para conseguirla", explicó Costa. El objetivo es evitar el rescate público con la entrada de uno o dos socios que entre a formar parte del capital del banco. Pero antes de lanzar la operación, habrá que ver el alcance de la caída del holding familiar. Los medios portugueses dan por hecho que los Espirito Santo desaparecerán del capital del BES, cuando comience los concursos de acreedores de las empresas afectadas.
Ayer, el banco japonés Nomura ejecutó garantías a ESFG, por un préstamo de 100 millones que había concedido para acudir a la última ampliación del banco, con lo que tomó un 5% de la entidad. El complicado entramado de compañías del Grupo Espirito Santo impide la venta del 20% que posee ESFG.
Esta participación es el resultado de distintas participaciones que tiene varias empresas. Todas ellas están pignoradas a emisiones de bonos de varias compañías del holding.